RECUERDA ESTE DÍA
Querido hijo;
cuando leas esto ya será demasiado tarde para abrazarte, para poder explicarte
esas miles de historias que dije que te contaría , para poder tocarte esos
mofletes tan rojos, suaves y gordos que por lo menos apreciaba cuando tenías tres
años , para poder besar en la frente a tu madre como siempre hacía al volver de las
expediciones.
Me veo obligado a resistir, a
luchar, a vivir el mayor tiempo posible con estos hombres de los que me enorgullezco,
estos hermanos que me han acompañado siempre en todas mis batallas, dejándose
la vida por cada soldado que luchaba a su lado. Ya sabemos que necesitáis
tiempo, que cada minuto que aguantemos y resistamos es un regalo del mismísimo Olimpo para los hombres y mujeres
de toda Grecia. En estos momentos no importan los problemas que había entre todos
nosotros, entre todas las metrópolis que no han parado de enfrentarse hasta
ahora, que el lobo ha abierto la boca, y que con sus tremendas fauces ha llegado
para esclavizar y arrasar con todo lo que encuentre. Hoy más que nunca, desde Atenas a Esparta, todos los griegos debemos de estar unidos. Informa a las demás
metrópolis de lo sucedido. Reúne a todos
los hombres en edad para luchar, motívalos, hazles creer en ellos mismos, que
luchen por sus familias, por lo que más desean, y lo hagan notar en la cara de
los persas. Puede que nos superen en número, pero no en valentía, no en honor,
no en amor, no en voluntad.
Hijo mío, vale más la voluntad de
un hombre que el propio mundo.
Hijo escucha atentamente, no es
momento para llorar por mi próxima muerte, no hay lugar para el miedo en tu
corazón, ahora eres tú el que debe guiarles y protegerles en la batalla, eres
su luz, lucharán todos por ti. Cuando sientas la batalla cerca de su comienzo sentirás
miedo, angustia, horror, sobrellévalo y enfréntate a ello, eso será buena
señal, significará que ya te habrás convertido en uno de nosotros. Ya no serás
ese joven que se divertía luchando con palos de madera y que atendía a los
sabios con gran interés, ya nunca más serás un niño, ahora eres un emperador ¡HIJO!
Es para lo que has nacido, tarde o
temprano sabes que llegaría este momento, es lo que llevas esperando desde que
naciste, aquí comienza tu historia, no la dejes gobernar por la cobardía, sobrellévala
y todo fluirá. No te asustes si te
tiemblan las manos ahora, a todos nos ocurre cuando se aproxima una batalla,
con esto no te quiero decir que disfrutes de éstas, su recuerdo me pudriría por
dentro de no ser por ti y tu madre. Si crees en ti todo será posible, ten fe en
ti Hijo, porque con fe sobrepasarás todas las dificultades que tengas en la
vida.
Recuerda que el día en que
naciste todos reían y tú llorabas; vive de tal manera que cuando mueras, todos
lloren y tú rías.
Os quiero.
Y por favor, dale esta otra carta
a tu madre.
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