Los
extremos nunca son buenos
El tema del que todo el
mundo está hablando es del terrorismo que está sacudiendo el mundo, pasando por
París, Siria… Sobre este tema es importante saber cómo nombrar este terrorismo,
la gran mayoría lo nombra como Estado Islámico, para mí una forma errónea
puesto que ni es un Estado ni lleva el nombre de una religión como el Islam;
otra es ISIS prácticamente idéntica pero en inglés; por último, la que bajo mi
punto de vista es el más correcto, DAESH, que en árabe significa ¨el que
siembra la discordia¨. También es importante saber que fue creado por la CIA, el MOSSAD y el MI6
para reventar a Siria, que fue creado en 1999 y que es un grupo islamita suní,
por lo que gran parte de su brutal violencia está dirigida a los miembros de la
religión chiita. Además, naturalmente, adhiere a los principios de la yihad.
Para todos son
conocidos los atentados ocurridos en París el pasado 13 de noviembre en los que
mediante explosivos y tiroteos perdieron la vida más de un centenar de personas
completamente libres de culpa que tan solo cometieron el error de ser libres y
poder pasar su tiempo libre a las puertas de un estadio, estar en un concierto
o demás, tan solo estas 4 anteriores líneas definen la violencia y actitud de
querer quitarnos nuestras libertades que adopta la DAESH que promueve la
violencia en nombre del Islam pero que en realidad, digámoslo sin rodeos, se
trata de un grupo de gente fuera de ser competentes y víctimas seguramente de
lavamiento del cerebro y de estar bajo los efectos de las drogas, etc…
Ante los atentados del
pasado 13-N en el mundo ha cundido el pánico por la amenaza terrorista y las
sospechas de una posible cercana Tercera Guerra Mundial, o ´´tan sólo´´ con
miedo a más atentados como el de París, ya están en alerta máxima países como
Bélgica, donde se han llegado a suspender espectáculos con gran aforo por
amenaza inminente o el partido entre Alemania contra Holanda de la semana
pasada donde si no llega a suspenderse hay certeza de que hubiese acontecido otra
masacre.
Por tanto, la seguridad
de muchos países se ha incrementado en gran medida, pero no olvidemos que
estamos en un país democrático en el que todos gozamos y tenemos derecho a unas
libertades que no podemos dejar que nos quiten, ni nos disminuyan grupos
terroristas como el DAESH, por tanto no debemos ni vivir con miedo ni dejar de
lado cosas que nos gusten por miedo o terror a un atentado terrorista. Este es
mi punto de vista sobre este tema que está presente en el día a día en nuestra
sociedad.
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