SIEMPRE CONMIGO
Cuántas personas van y vienen, cuántas
puñaladas y traiciones, cuántos momentos a mejorar y cuantas heridas a sanar. Desde
siempre nos han dicho que tenemos que ser independientes, tomar nuestras
propias decisiones, elegir por nosotros solos el camino y que contenernos a
nosotros mismos es suficiente. Pero siempre tenemos nuestras debilidades,
siempre hay un punto de nuestra vida en el que tocamos fondo, entramos en
trance, no podemos salir de ese bucle constante de pensamientos sofocados con
el estrés y la incertidumbre de que pasará después. Pensamos que podemos salir
de el por nosotros mismos y muchas veces es así, pero hay otras que aunque no
queramos admitirlo necesitamos a alguien junto a nosotros.
Yo pensaba que era una persona fuerte, después
de todas mis experiencias pasadas y vividas con el corazón a pedazos. Tengo
claro que lo soy, pero no porque haya nacido así sino porque me he criado viéndote
en tus peores momentos y levantándote hasta cuando no podías más. Has sido tú la
que me ha enseñado a afrontar todas las adversidades y curvas que me presentaba
la vida y has sido tú la que nunca se ha ido de mi lado. Sé que todavía me
queda mucho por aprender de ti pero cada día me esfuerzo más en hacerlo. Me has
demostrado que nada es imposible y que absolutamente todo está tu alcance. Me
has demostrado tanto que me has dejado el listón muy alto, quién diría que
pasaríamos de todo a nada y que tú sola aún pensando que no podrías has
conseguido seguir adelante y por mucho que nos haya costado lo hemos conseguido
juntas.
No siempre todo está bien. Que mal lo hice
cuando se me cayó mi mundo encima. Yo queriendo tirarlo todo y sin saberlo,
eras tú la que sostenía mis problemas junto a los tuyos. Todo lo malo recayó
sobre ti cuando ni siquiera habías sido tú la que lo había destrozado. Pero por
muy mal que estuvieras ahí seguías ,sin rendirte. Claro que los enfados son
normales y encerronas en el cuarto. Y por el orgullo, ese por el que no
empatizamos y empeora las situaciones no
vemos las cosas con claridad. Casi
siempre eres tú la que venía hacia mí para solucionarlo. Recuerdo que nunca me había gustado que me dijeran que era
igual que tú, pero ahora cada vez que me lo dicen, se me escapa una sonrisa ya
que me parece lo más bonito que me pueden decir, aunque no sea ni la mitad de
lo que eres tú.
Siempre me perseguías por la casa para que te
devolviera los collares y los tacones que tanto me gustaba ponerme. Siempre te
quedabas conmigo en casa los días que me encontraba mal. Siempre te esperabas
hasta que me durmiera cuando no tenía sueño. Siempre me venías a recoger con lo
que más me gustaba de merienda. Siempre me decías que estabas muy orgullosa de
mi y que era y soy lo mejor que te ha pasado en la vida.
Que orgullosa estoy de tenerte junto a mí ,de
que seas tú mi ejemplo a seguir, de que seas tú la que me diga que siga
adelante por mucho que me cueste levantarme. Saber que estarás ahí sin importar
lo que cueste y que aunque no puedas arreglar ni tu desastre haces lo que sea
por solucionar el mío. Que si me caigo, te caerás conmigo pero siempre juntas.
La única que me entiende y aunque no lo haga, siempre tiene la mejor de las
respuestas preparadas.
Mamá me
has hecho darme cuenta de que por mucha gente que tenga a mi lado tú serás la
que nunca faltará. La única en la que puedo confiar y que pase lo que pase ,en
ti no existe el rencor y siempre habrá ese hueco para mi perdón. Gracias por
demostrarme que no hay un vínculo tan grande como el nuestro. Gracias mamá por
darme todo aunque no tengas nada, por enseñarme tanto, por no decir todo ,por
estar conmigo sin tener que pedírtelo y por saber lo que me pasa sin siquiera
decírtelo. Por lo que espero que sepas que aunque haya veces que no te lo
demuestre te tuve, te tengo y te tendré presente y que siempre serás tú la
persona que necesitare toda la vida.
Arancha Mateo Fluixá
1bach (7 noviembre 2024)
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