LAS VUELTAS DE
LA VIDA
Una mañana más yendo al máster en el IE, siempre
nuestros profesores nos dicen que de aquí saldrán los CEOS de las 4 grandes en
consultoría y auditoría. Por la mañana siempre me cruzo con un mendigo en un
semáforo que me mira con mala cara al no echarle ni un euro.
Ya he terminado el trabajo de fin de máster y con
eso concluyen mis días en el IE, lo echaré de menos. Ahora me toca echar
currículums a un montón de empresas y esperar una respuesta que seguro que con
mi formación llegará pronto. En menos de
dos semanas el número de entrevistas me
sorprendió. Después de hacerlas todas yo tenia la vista fijada en entrar en una
de las 4 grandes y así se cumplió, comencé
a trabajar en KPMG.
Es mi primer día y las cosas por aquí van a un nivel
al que tengo que adaptarme o no aguantare mucho en esta empresa, eso me quedo
clarísimo. Todo el mundo parece necesitar los informes al minuto de habértelo
encargado, esto es un verdadero caos en el que siento la presión como una daga
en el cuello constantemente.
Como me fastidia tener que cancelar el viaje de fin
de semana que tenía con mi novia Licia pero si quiero escalar en la empresa
tengo que quedarme trabajando todo el finde sin parar, que rabia. Menos mal q
Lucia entiende lo mucho que me importa este trabajo y de algún modo lo
entiende.
Ya llevo tres años en la empresa y tengo que admitir
que han sido una mezcla de nervios, estrés y mucho mucho trabajo pero que han
sido recompensados con un ascenso algo por lo que he estado luchando con uñas y
dientes estos años. Sigo pasando todas las mañanas por el semáforo donde se encuentra
el mendigo y sigo sin darle nada de nada.
Ya han pasado 10 años y sinceramente ha salido todo
a pedir de boca , voy a casarme con Lucia dentro de pocos meses y ocupo en la
empresa uno de los 10 puestos mas importantes lo q me permite poder permitirme
lujos como una casa en la finca o poder adquirir el nuevo Porsche 911 turbo..
Quien no ha soñado alguna vez con tener esta vida de ensueño. Ayer pase por el
famoso semáforo y para mi sorpresa el mendigo seguía allí y pase delante de él
con mi nuevo Porsche y no se me ocurrió darle nada.
En 2008 se produjo la temida crisis a la que yo no
tenía ni un poco de miedo ya que no notaría mucho cambio con mi puestazo en
KPMG. Pero mi tranquilidad se fue convirtiendo en miedo y ansiedad cuando se
empezó a rumorear que la junta de
acciones estaba barajando la posibilidad de destituir a algunos jefes. Mi
pesadilla se hizo realidad y antes de empezar el 2009 me encontraba en paro y
con un nivel de vida imposible de costearme sin mi sueldo.
En menos de lo que me imaginaba tuve que vender la
casa y el coche para poder tener algo con lo mantenernos. Los problemas con la
bebida comenzaron porque cuando estaba borracho era el único momento en el que
me olvidaba de que lo había perdido casi todo. Lucia termino divorciándose de
mi y el divorcio no salió caro, otro problema más al que añadir a la lista.
Ya sin casa ni trabajo me encontraba durmiendo por
la calle medio borracho hasta que una mañana pase por delante del semáforo y el
mendigo se sobrecogió al verme con esas pintas y ese olor pero no dudó ni un
instante en darme un trozo de pan.
Es curioso como yo no le di nunca nada y el me da
hasta lo que necesita, ese día me di cuenta que la felicidad no se consigue con
coches de alta gama ni casas de lujo sino con gestos de caridad como este.
La razón por la que no menciono mi nombre en ninguna
parte de la historia es debido a que esto le puede ocurrir a cualquiera y si
crees que esto no te puede pasar es porque no has aprendido nada de esta
historia. La próxima vez que veas a alguien necesitado piénsatelo dos veces
antes de pasar de largo.
Aporta una muy buena reflexión, gran relato
ResponderEliminarVa MUY FUMADO
ResponderEliminarSiempre que tengamos una economia estable podremos salir adelante obteniendo credito como apoyo de nuestro emprendimiento
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