SUEÑO EN
PENUMBRAS
A las afueras de la ciudad vivía Marta, una fotógrafa que
amaba su profesión y se inspiraba sobre todo en la naturaleza y en los
animales. Cerca de su pequeña casa se hallaba un bosque inmenso al cual siempre
iba a hacer sus fotos.
Marta padecía sonambulismo desde pequeña, pero ni sus padres
ni ella le dieron la suficiente importancia hasta que este trastorno empezó a
empeorar. Toda la gente de la cuidad hablaban de las cosas extrañas que pasaban
por las noches en casa de Marta, era como si tuviera algún misterio sin
resolver.
Una de las noches Marta sufrió uno de esos sueños
perturbadores. Se encontraba sola en ese bosque que tanto la gustaba, rodeada
de sombras que parecían tener vida propia. Intentó pedir ayuda, pero no salió
ningún sonido de su boca. Entonces, de repente, de entre los árboles apareció
una silueta borrosa con el rostro pálido y sin ojos.
Cada noche era la misma historia. Marta sufría estos sueños
día tras noche y cada vez eran más intensos. Los episodios de sonambulismo se
volvieron cada vez más frecuentes. Fue cuando entonces Marta decidió ir al
médico para ver que era lo que la estaba pasando. Se realizó una serie de
pruebas y se dieron cuenta que padecía parasomnias.
Aunque esto fue un alivio, Marta no se sentía bien. ¿Qué
podía suponer que siempre se le apareciera esa misma figura en sus sueños? Se
sentía intranquila al pensar en ellos y decidió investigar en libros antiguos.
Fue en ese momento cuando encontró la respuesta. Había en
uno de esos libros una leyenda antigua que hablaba sobre un hombre llamado “El
Vigilante de los Bosques”. La leyenda hablaba sobre la historia de unos niños
que pasaban mucho tiempo en el bosque y ese hombre les atrapó.
A medida que Marta iba leyendo la leyendo empezó a darse
cuenta de las similitudes que tenía con el hombre que aparecía en sus sueños.
¿Podía ser que tuviera algo de relación con esa antigua leyenda?
Un día se levantó decidida a enfrentarse a sus miedos y fue
al bosque. Tenía una sensación de inseguridad que la invadía todo el cuerpo.
Cuando entonces, a lo lejos, vio una sombra moverse de entre los árboles. Era
la misma figura que veía en sus sueños, en este momento Marta no estaba
dormida.
Al ver esto, cogió su cámara e hizo una foto a aquella
figura. Una vez en su habitación, al no creerse lo que había pasado, revisó la
foto y se dio cuenta de que la figura borrosa no estaba.
Desde ese día, las parasomnias de Marta fueron yendo a
menos, aunque nunca llegó a explicarse lo que había pasado esa noche en el
bosque.
Paula Sualdea Fernández 1ºB (mayo 2024)
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