Rafael García (...tenemos más años que el mundo)








Que nos casamos en el setentaytantos y tenemos más años que el mundo


Buenos días cariño,

Te escribía porque me ha dicho el médico que me recuerdes dónde está la mantequilla para las tostadas. Lo del tostador... Que no me pase con el café, que los años, también liman los nervios. Se nos deben de estar acabando las pastillas para el colesterol porque me ha dicho que lo revises. Que no te olvides. Que tengamos paciencia. Que con paciencia ya sabes que lo conseguiremos. Ya sabes. Que le digas al niño lo del día cinco, que las cuentas, que una vez a la semana los, que le mire el aceite al coche y se lo lleve a la ciudad.

¿Hablaste con tu hermana? Lo mismo era importante. Habla con tu hermana. Me ha dicho que cierres el gas, que pongas algo, una notita cada vez que lo abras. Que lo recuerdes. Me ha dicho que el tocadiscos, que quitemos los discos que luego acaban perdidos, que me digas lo de las plantas de plástico y dejar empapadas las alfombras. Es solo eso. Me ha dicho que la terapia es muy sencilla, y que la cura no es otra que me recuerdes, no las cosas, si no a mí, y que me quieres desde aquel café cuando Julián nos presentó y tú todavía le agarrabas la mano. ¿Te acuerdas? Me ha dicho que me lo digas por las mañanas, que ahora será más fácil eso de volver a enamorarse. Me ha dicho: “Mira, dile a tu mujer que no se olvide”. Y yo le dije que buena eras tú para olvidarte de las cosas. Que todos los días tienes un aniversario que celebrar. Pequeñas minucias. Tonterías. Pero tú las tienes todas ahí. Y se reía. Y me dijo eso, que no me olvides, que me recuerdes, no las cosas, si no a mí.

 Y que me quieres desde aquel café cuando Paco ¿te acuerdas de Paco? Nos presentó y tú todavía le agarrabas de la mano y le dabas besos. Me ha dicho que me lo digas, que nos casamos el sesentaytantos y tenemos más años que el mundo. 


El tic-tac entraba de nuevo en acción, mientras recorrías los caminos haciendo clac y demostrabas que poco a poco las lagrimas derrochadas eran 1% agua... y un 99% culpa tuya. ¿Por que estas tan triste? ¿Por que el olor a café en las frias mañanas que se nos presentan no te despierta con sonrisas que tirar al mundo?¿Sera quizás por que antepusiste lo hermoso a lo valioso?¿o ya no me recuerdas? Esto es cosa de los dos, ya lo sabes. Sabes que esto es sencillo.
Nuestro amor esta hecho pedazos de tantos arañazos que le damos, de mezclar tantos buenos recuerdos con tanto humo, la verdad, ¿No te va a estallar el corazón de tanto pedir a gritos volver a ser quien era? Creo que podemos volver a recordarnos...
Ama, ama y ensancha el alma. Dale vueltas al reloj, mira como cae cada gota de arena, como se escapa entre tus dedos y la dejas marchar.
El espacio es hueco vacío para aprender a echar de menos, pero tengo tantos trastos que ni se de donde sacarlo, y es que no se de donde meterlos, me dejaste por aquí unos cuantos besos viejos, un abrazo inconcluso, un te quiero escrito en la acera y varios objetos que sin ti ya no valen nada; sin embargo no quiero tirarlos, el amor y el odio dejan grandes heridas, pero a diferencia del odio, el amor deja hermosas cicatrices, y las mías sin sanar aun esperan latentes que vengas a curarlas.
Pregúntame cual es tu color favorito, que yo se responder, porque no me olvido y se que convertiste el azul en un simple color del cielo para que yo pudiese decir que mi color favorito, es el que este en tus ojos.

Y nada, solo eso, te escribía por eso, porque me ha dicho que te diga que me perdones si mañana paso a tu lado y finjo (porque lo finjo, siempre he querido ser actor y tú ya sabes lo que me gustan esos juegos) no haberte visto nunca. Nada más. Un beso enormísimo. Te quiero. Desde aquel café, ¿te acuerdas? 


Rafael García López
1ºB Nº6

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