Marían Villanueva (Esas pequeñas cosas...)





Esas pequeñas cosas..

Me gusta recordarlo, me gusta recordar cómo se fijaba en todo, como aquellas cosas que parecían insignificantes para los demás, para el eran tan importantes y tan llenas de sentido.

Un día soleado y brillante, donde el horizonte se juntaba con el cielo, eso le gustaba, una sonrisa de alguien a quien no conocía se quedaba grabada en su retina, todas esas voces alegres que nos acompañaban en nuestros paseos por la playa, revoloteando a nuestro lado, eso también le gustaba, los olores desconocidos que se enganchaban en su nariz, recordándole a  momentos, ya pasados y vividos.

 También le gustaba el sabor de las pequeñas cosas bailando en su boca, transformándose en energía, esos momentos inolvidables, esas caricias suaves que me ofrecía, eso también le gustaba. 

Los sentidos, tener la suerte de poseerlos todos y en tan buenas condiciones, le hacía estar unido a este mundo lleno de pequeñas cosas, me sorprende lo que un olor, un sabor, una mirada… Podía desencadenar en él, y ahora, en mi. Pero gracias a él se mirar mil rayos de luz, escuchar mil sonrisas alegres, sentir mil sabores, mil olores especiales, mil caricias...

Y sobretodo recuerdo cada instante, era alucinante, observaba todo, cosas que ni siquiera yo, que estaba con él, veía con mis propios ojos, tan fácil era para él… 

Un atardecer, el agua, olor a mar, olor a playa, dos voces, cuatro risas, mil sonrisas, sabores, el aire, historias, sonidos que para el significaban algo, y para cualquier otra persona era simple ruido.

Quien pudiera meter en frasquitos estas pequeñas cosas, pero caducan, muriéndose poco a poco, por eso decidí dejarlas fluir, y todas aquellas cosas que ahora permanecen junto a mí y me hacen recordar, eso no lo cambio por nada, quiero que permanezca ahí.

Por todo aquello que me ha aportado él, gracias a mi abuelo.






















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