Borja Pavón (La oportunidad de la ruina)





LA OPORTUNIDAD DE LA RUINA

Me llamo Álvaro, y vivo de 20 euros semanales, y no tengo como volver a mi país. ¿Quieres saber por qué?
Yo tenía 30 años, y vivía perfectamente, tenía mi trabajo en Correos, y todo iba bien. Llevaba 7 años trabajando cuando un día hicieron un ere, y tuvieron que despedir a unos cuantos trabajadores, en los que me encontraba yo.
Me encontraba en la calle, sin trabajo, sin ningún contrato de ninguna empresa. Total, que me tocó ir al INEM, y hacer cola como muchos parados que solía ver en la televisión.
Tras medio año sin que me saliera nada, un día vi un anuncio en internet de un trabajo en el extranjero de fundar mi propia empresa, gracias a unos planes de autónomos que promovió el país, el país era Brasil. Yo, desesperado, acudí al anuncio y me informe, necesitaba un trabajo, y vi mi oportunidad.
Quedé con un hombre un día antes de hacer la rutina de la cola en el INEM. Traía un montón de papeles. Empezó a sacar papeles, no se me presentó, no me dijo nada, decía que tenía prisas y cosas que firmar.
Me sacó un papel para firmar que me dijo que era el contrato del trabajo, demás papeles para poder entrar al país y todos esos líos. Total, que me pedía 2000 euros de adelanto.
 A mí no me quedaba otra, estaba desesperado, no me quedaba otra que dárselos. Tuve que comprar también el viaje a Brasil, el alquiler del piso, mucho dinero, unos 5000 al final.
Llegó el día en que me tocó el viaje, fui al aeropuerto, me encontré con la persona con la que contraté hace unos días. Me dijo que allí, debería pagar el resto del contrato.
Bueno, llegué, tuve que pagar, pero esta vez con cuenta del banco. Me dijeron de llevar al ayuntamiento ellos mismos en coche a formalizar más papeles.
Desde aquí no recuerdo nada más, de repente me desperté en unas chabolas, sin nada, sin cartera, sin nada. Yo estaba desesperado, pensaba que era un sueño o algo…
Intenté situarme, fui al ayuntamiento, a denunciar, a lo que fuera, al banco, a todos los sitios a entender que había ocurrido. No tenía papeles ni nada, no tenía como identificarme.
Contacte con la embajada, y tras muchas conversaciones todo se resume en que me habían timado. Me quedaban simples 500 euros, y el dinero del estado que me daba por estar parado. Me habían timado. Me quedaban simples 500 euros, y el dinero del estado que me daba por estar parado.  Y ahora mismo, mi situación es como con la que empecé en el texto.


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