Jorge Sánchez ganado (El sueño de volar)



EL SUEÑO DE VOLAR

Hoy me he levantado tarde. He mirado al cielo y he pensado: “Algún día serás mío, te voy a descubrir a toda la humanidad”. Mi madre me dice que estoy loco, bueno a mi hermano y a mí. Él también comparte mi mismo sueño: alcanzar el cielo, sentir las nubes en la cara, descubrir a Dios, hacerse amigo de las aves, lo miramos y a la vez que nos emocionamos nos da miedo.

Me llamo Orville Wright y mi hermano Wilbur (la gente del pueblo nos llama los hermanos Wright, no sé por qué). Yo nací en Ohio, mi hermano en Indiana. Trabajamos en una fábrica de bicicletas, pero desde hace tiempo nos interesamos por el aire y por conseguir volar, pero por desgracia, no es más que un sueño tonto, ya que solo las aves pueden volar.

La única que nos apoya en el intento es la señora Thompson, la viuda del pueblo ya entrada en los setenta, por lo menos, y a quien todo el mundo quiere por su carácter y bondad.

Me enamora leer los libros de Julio Verne que hablan de aparatos voladores y demás cosas futuristas ya que me hacen volver a la infancia y sumergirme en un mundo donde yo soy el capitán de mi destino. Soy lo que quiero ser y por eso no pierdo el interés, aunque mi hermano cada vez se desalienta más y más. Ve la idea de volar mas como una fantasía que como un proyecto, pero no le culpo, la fábrica exige mucha dedicación y tiempo y poco rato para soñar.

Pero os contaré un secreto: le he encargado a mi amigo de Haxville un motor de 19 caballos de potencia nada más y nada menos, han sido todos mis ahorros pero voy a intentar construir una máquina que me permita surcar los cielos. Le voy a dar la sorpresa a mi hermano esta misma tarde. Espero que se entusiasme tanto como yo y me ayude a construirlo. 

Estaba pensando en ponerle dos pares de planchas de madera totalmente planas y un cuerpo fino de aluminio como si fuera una cola. Hasta tengo el nombre pensado. Como surca el aire y los cielos y está hecho de finas planchas de madera, se llamará “aeroplano”.

Pero aún queda muchísimo por hacer. Así que me despido ya, que se me hace tarde y quedan muchas bicicletas por hacer. Deseadme suerte, tal vez en un futuro me lo agradeceréis.
                                                        JORGE SÁNCHEZ GANADO
                                                                   4º ESO- E.

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