Diego Gismero (Esta es mi historia)



Esta es mi historia

Haciendo honor a la teoría de la marginación, decidí romper con mi modo de vida previo.

Había sido pastor desde muy pequeño, en un pueblo de Cuenca. Mi padre murió antes de que yo naciera, y mi madre falleció en el parto, por lo que quedé huérfano. Me mandaron a vivir con mi abuelo, que desde muy pequeño me hizo trabajar duramente pastoreando las cabras. No obtuve los tratos que un niño deba, ni quiera recibir a esa edad. Por ello, un día, pastoreando cerca de las vías del tren, al ver pasarlo me subí a un vagón y dejé de lado la vida de pastor en el pueblo, y sobre todo, a mi abuelo.

Sabía que ese tren se dirigía a Madrid, donde vivía mi hermana a la cual no conocía, ya que al morir mis padres, nos separaron a los dos. Nada más llegar, empecé a buscarla, era mi única oportunidad para tener una buena vida en la gran ciudad. En aquel entonces Madrid no era tan grande como lo conocemos ahora, pero aun así encontrar a una persona entre la cantidad de gente que vivía allí era algo muy difícil, y más en esa época, pero tras unos días con paciencia y tesón conseguí dar con ella.

Comencé mi vida en Madrid viviendo con mi hermana, y empecé a ganarme la vida trabajando en temas de cerrajería y otros trabajos de ese tipo. Poco a poco, con esfuerzo conseguí ganar importancia y fui ascendiendo en los puestos de la empresa en la que trabajaba.

A todo esto, una noche salí con un amigo, y conocí a una chica, una chica que al cabo del tiempo acabaría siendo mi actual mujer. Pero esa es una historia que prefiero reservar para mí.

La vida en la ciudad me iba bien, tenía un buen trabajo, mi hermana, amigos que hice y una mujer. Pero quería algo más, necesitaba algo más.

Decidí montar una empresa, llevaba casi toda mi vida trabajando en temas de cerrajería por lo que tenía un gran conocimiento y destreza como cerrajero, y creé una empresa de puertas, a la que puse mi apellido “Gismero” de nombre.

Y lo que comenzó siendo un pequeño negocio de puertas y cerrajería, en la que yo y unos pocos trabajadores más eramos los únicos componentes, acabó siendo una gran empresa de puertas cortafuegos y acústicas, que al cabo del tiempo se fusionó con el grupo “Demesel” y fue una de las empresas más importantes de España en este sector.

Tuve 3 hijos, que acabaron siendo los jefes de la empresa a mi jubilación, y que más tarde me dieron 6 nietos.
Espero que mi historia os sirva de alguna manera para algunas situaciones que se os presenten en la vida, y si no, al menos, para aquellos que hayáis querido escucharla.


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