DIRECTO
HACIA LA AUTODESTRUCCIÓN
Ben Morrison, así se
llama el protagonista de la historia de una vida que desde un instante estaba
dirigida al fracaso.
La historia de su vida
está ambientada desde principios del siglo XX hasta mediados de los años 30.
Sus padres murieron
cuando él tenía 22 años, en un accidente
de coche, su padre era un famoso jugador de póker, que dejó una importante
herencia a Ben (que era hijo único). Ben era un chico que siempre ha sido muy reacio
a estudiar, vivía bajo dependencia de sus padres, y sus ingresos, y al recibir
esa cuantiosa herencia, se confirmó que no iba a estudiar, sino invertir el
dinero de la herencia para poder vivir toda su vida con él y ganar más y más
dinero.
Empezó a hacer grandes fiestas y a aficionarse a las
drogas, el juego, las mujeres... y poco a poco fue creciendo la idea de hacer
el casino en su segundo hogar. Comenzó con el póker al igual que su padre, pero
lo alternaba con la ruleta y demás juegos del azar.
Fue ganando dinero, le
iba bien, hasta encontró a la que sería su mujer en pocos meses, tenía pensado
tener hijos, etc… parecía que tenía una vida perfecta llena de lujos, dinero,
fiestas, enamorado, con hijos…pero no todo será tan bonito en el futuro…
Poco a poco a medida
que iba ganando dinero, fue invirtiendo más de la mitad en bolsa (puesto que
era normal en esa época, ya que estaba en alza), y el resto lo fiaba al
completo en el casino, todo le iba bien, pero estaba claro que de un día para
otro su suerte podría cambiar, ya que confiaba su futuro al azar.
Así fue, su historia
dio un giro radical cuando su mujer le
dejó debido a lo mujeriego que era, esa misma noche fue al casino con todo el
dinero que tenía disponible, tomó varios tipos de droga y no controlaba lo que
hacía, y tras una noche de descontrol perdió todo el dinero que no estaba
metido en la bolsa.
Cierto es que en la
bolsa tenía millones de dólares, pero la bolsa, como sabemos, nunca se sabe cómo
evolucionará, pero aun así él estaba tranquilo de su situación y su futuro. Siguió
yendo al casino y comenzó a tener deudas con amigos suyos, pero él seguía
confiando en la bolsa.
Y… un día cualquiera
(24 de octubre de 1929) la bolsa entró en crisis, todo el mundo quería vender
acciones y nadie comprarlas. Se arruinó, no sólo no tenía dinero sino que debía
grandes cantidades de dinero a gente peligrosa, comenzó a entrar en depresión y
teniendo miedo a la gente que debía dinero.
Meses más tarde fue
asesinado por un ex socio que mandó matarle por las deudas mencionadas
anteriormente. Así acabó una vida que en un principio parecía casi perfecta
pero que cambió bruscamente por el azar.
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