Encarcelado
Todo pasó hace ahora doce meses. Si
alguien se hubiera fijado en mi vida habría pensando que llevaba una existencia monótona.
Apenas tres semanas antes de los hechos recuerdo comportarme de una forma paranoica, incluso
corté mi amistad con la mayoría de mis amigos de siempre.
"Pensamos que todo se debía a que
se sentía triste y disgustado por haber perdido su trabajo", cuenta uno de
sus amigos.
Soy escritor que dedica su tiempo
libre, que es casi todo el día, en escribir novelas de terror y suspense
encerrado en casa, podría estar incluso días escribiendo sin parar.
Fui a una editorial muy reconocida aquí
en Barcelona pero me dijeron que no era lo suficientemente buena como para
publicar mi libro, que no profundizaba en la historia, que tenía que vivirla
con mayor intensidad.
Después de tomar alguna copa de más
tras mi fracaso decidí volver a casa, serían las 2 de la madrugada, de camino
me encontré a un vagabundo, el cual tenía en su sombrero apoyado en el suelo
unos 20 euros en monedas; me entró tal
ira por dentro ya que a esta persona la daban dinero sólo por estar ahí y yo
que intento buscar trabajo y recuperar mi vida nadie me da nada y entonces me
arrollé sobre él, puse mis manos en su cuello y empecé a apretar y viendo como
sus ojos se iban cerrando poco a poco mientras intentaba apartarme de su lado
se me inundó el pecho de adrenalina, una sensación que no había tenido nunca,
una sensación increíble.
En ese instante me di cuenta de que
había dejado salir a la persona que llevaba toda la vida encerrando, quería ser
una persona normal, incluso diría yo que demasiado normal, y entonces esa vida
que había estado viviendo ya no iba a ser nunca la misma.
En cuanto llegué a casa me puse a
escribir todo lo que había sucedido, con todo detalle, sobre todo en las
sensaciones que aquello me había producido, y entonces cada dos semanas salía
de caza, como a mi me gusta llamarlo, y al volver a casa lo escribía todo, como
les observaba, cómo elegía a la víctima, y como les mataba.
Al cabo de un mes, saltó la noticia de
un supuesto asesino en serie en Barcelona, salió en el telediario, en internet
y en todos los medios de comunicación. No puedo describir la sensación de reconocimiento
que me entró en el cuerpo, tenía tal orgullo de mi que no podría describirlo en
palabras. Pero había un problema, y es que yo quería que me descubriesen, quería
ser una persona importante, que todo el mundo me conociese, pero ese fue el
peor error de todos.
Salí día tras día a por víctimas, de
manera impulsiva y agresiva, dejando pistas a la policía, pero aún así no decían
nada relacionado conmigo; entonces decidí ir a por uno de ellos, a por el
agente de policía Hernández, Paco Hernández.
Lo planeé todo, hasta el último
detalle, y entonces al salir por la puerta estaba toda la calle llena de policías,
de agentes de seguridad, la guardia civil, y demás personas, intenté volver a
mi casa cuando me dispararon en la pierna y vinieron rápidamente hacia mi, me
detuvieron.
Y ahora desde la cárcel escribo mi
libro, mi historia, ya todo mundo sabrá quien soy.
Itziar Bernal Paradinas 1ºB de
Bachillerato 5-Junio-2016
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