LA
TRAMPA
Hoy escribo para el
recuerdo, para no olvidar lo que soy y lo que me he convertido, hoy 20 de
febrero de 2055 escribo para olvidar.
Las cosas han cambiado
mucho desde que un tal John Taylor subió al poder ante la incompetencia de los
políticos del momento. Este Taylor nos anunció una nueva era tecnológica, ya no
tendríamos que trabajar para nada, unos nuevos robots, los V8 harían todo el
trabajo por nosotros.
Claramente, la idea era
atractiva y ganó las elecciones ante la poca respuesta de los partidos
opositores. John Taylor empezó a crear súper edificios con la más alta
tecnología, las grandes ciudades se convirtieron en una amalgama de rascacielos
cada vez más altos y más juntos unos con otros.
No solo la construcción
creció, se empezaron a crear coches que conducían solos, andadores mecánicos,
sillones con propulsores, toda clase de inventos para que nuestro día a día
fuese estar sentado en un sillón sin movernos, viendo la televisión, jugando a
videojuegos, chatear con amigos, etc.… En definitiva habíamos entrado en la
trampa de la tecnología.
Por si fuese poco, se
empezó a crear un verdadero culto hacia el dictador gracias a la publicidad o
al regalo de un robot personal para cada habitante.
Pronto, por las calles
solo caminaban robots que iban al trabajo, los hombres, los pocos que se veían
se quedaban en sus casas comiendo o viendo los 500 canales de las nuevas
televisiones.
Los hombres, como
consecuencia del poco esfuerzo físico, empezaron a engordar y la tasa de
obesidad aumento un doscientos por mil, la natalidad descendió drásticamente y
la mortalidad empezó a aumentar y aumentar.
No hay que ser muy
listo para ver que cada vez había menos gente y más tecnología. Así llegamos al
punto actual, en el que ya casi no quedan humanos y hemos sido invadidos por
seres humanos artificiales de hojalata.
Por eso querido lector,
te aconsejo que te desvincules de la tecnología, al menos un rato cada día,
vete hacer deporte o tomate un rato para ti y tus cosas, el caso es que no
caigas en la trampa.
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