LA
RECOMPENSA DE UN GRAN ESFUERZO
Ey, ¿qué tal?, ¿todo
bien? Espero que sí. ¿Me escucháis bien? Lo cierto es que no puedo hablar mucho
más alto ahora mismo. La verdad es que no tengo mucho tiempo, así que procuraré
ser breve.
Mi nombre es Ana, Ana Casas.
Tengo diecisiete años, vivo en Madrid y estudio primero de bachillerato, un
curso que llevo bien, pero que aún no está todo hecho. En cuanto a mi futuro, aun
habiendo tenido siempre a mis padres encima preguntándomelo, nunca he tenido
muy claro qué quiero hacer. Lo único que sé, es que quiero hacer algo
relacionado con el mundo de la economía, total, he estado siempre influenciada
por la economía puesto que mi madre y mi padre son economistas, mi abuelo
contable, mi tío gestor de empresa... Es decir, me viene de familia. Pero
bueno, no he venido a hablar de mi vida.
Veréis, hoy vengo a
hablaros de todos nosotros, de los estudiantes. Desde que somos pequeños, nos
pasamos gran parte de nuestra vida estudiando, encerrados en nuestros cuartos,
en las bibliotecas, rechazando planes, no importa que sea de noche o de día,
que allí estaremos.
Primero es el colegio,
luego la universidad, los másters, estudios en el extranjero... Un no parar,
vamos. Pero por eso estoy aquí, para decirte que muchas veces vas a sentir que
no puedes más, que quieres dejarlo, que simplemente no te quedan fuerzas y será
en ese momento en el que deberás pensar que no, que no te vas a rendir.
No te vengas a abajo,
no dejes escapar aquello que siempre quisiste ser, eso por lo que tantos años
llevas trabajando y que finalmente crees que jamás conseguirás, porque créeme
que si sigues adelante, si no lo das todo por perdido, lo conseguirás. Te
convertirás en aquel abogado que siempre quisiste ser, en aquel médico que
salvará millones de vidas o en aquel fotógrafo que simplemente quiere mostrar
la belleza del mundo con su cámara.
Mira al pasado, piensa en todos esos años duros que has
superado para llegar hasta aquí. Todo el esfuerzo y el sudor, todas las lágrimas,
de felicidad o de tristeza que has soportado y que finalmente dieron su
resultado, te llevaron a dónde estás ahora, pero debes continuar, seguir
trabajando para conseguirlo. ¿Por qué iba a cambiar ahora? ¿Por qué iba a ser
diferente? No lo es en absoluto, simplemente un poco más complicado
Es por todo esto, que
quiero que nunca dejes de creer en ti, no dejes que nadie te diga que no vales,
que no lo vas a conseguir o que la idea que propones es descabellada. Tú eres
el dueño de tu destino. Tú sabes que puedes lograrlo. Tú pones tus metas y tú,
y solo tú, sabes que vas a conseguirlas.
Porque te lo mereces,
estudiante. Nos lo merecemos...Y lo haremos.
Nuria Elso de Blas,
1ºA, nº6
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