A TODOS
LOS HERMANOS DEL MUNDO:
Son
millones de personas con las que nos cruzamos a lo largo de nuestra vida,
millones de caras, de gestos y de gente andando con prisas de arriba abajo. Sin
embargo, son muchas menos las que forman parte de ella, el número
se reduce a nuestros amigos, tíos, primos, abuelos, padres, hermanos…A estos
últimos quería dirigirme hoy.
Después
de reflexionar durante un buen rato sobre momentos, épocas, situaciones vividas
a lo largo de mi vida y de las personas que forman parte de ella, me di cuenta
que la cara que más aparecía y se repetía en cada uno de ellos era mi hermano, con
más o menos protagonismo pero da igual siempre estaba por ahí .Y la verdad que
me cuesta mucho pensar en cada una de esas situaciones sin él, más que me
cueste, se me hace raro.
Raro
porque me he dado cuenta de que estoy tan acostumbrada a que esté ahí que a
veces ni noto su presencia, podemos estar horas en la habitación de al
lado que no me voy a enterar pero no
porque nos llevemos mal es más al revés, no hay nadie con quien me entienda
mejor, simplemente creo que se llama convivencia, después de convivir con
alguien desde que no tienes conciencia supongo que aprendes. Aprendes a
respetar espacios, tiempos, límites, horarios… pero sin duda, de lo que más he aprendido yo en mis diecisiete años es de él.
Por
eso hoy quería darles un poco de importancia, al fin y al cabo se la merecen
más que nadie, no todo el mundo te soporta todos los días de tu vida porque le
ha tocado sin recibir nada a cambio. Y sobre todo darles las gracias, sobre
todo al mío porque sé que no es nada
fácil.
Gracias
por estar desde el primer día de nuestras vidas, por ser la persona con la que
daba igual a que jugar que era más divertido, por hacer más entretenidas
aquellas largas cenas de papá y mamá, por insultar siempre donde más dolía para
que luego en la realidad no tuviese tanta
importancia, gracias por todas las peleas, por el hueco en la cama cada
vez que no podía dormir, gracias porque las broncas compartidas siempre son
mejores, gracias porque se que mi opinión te influye mas que la de cualquier
persona, gracias por soportar todas y cada una de las malas contestaciones, los
malos días y cuando todo lo malo que me pasa lo pago contigo, por todos esos
silencios que lo dicen todo, gracias por reírte de mí más que nadie, por las
broncas cuando no lo hago bien, por enseñarme a ponerle una sonrisa a todo tipo
de personas, gracias por vivir todo lo que me pasa como fuese tuyo, por estar
cuando no quiero que nadie más esté y sobre todo gracias por quedarte cuando te había dicho
que te había dicho que te fueras.
Supongo
que soy un poco egoísta con lo de
escribir esto cuando veo que te haces mayor y me entra el miedo porque veo que
te vas y yo me quedo aquí, pero no sé nunca
te he dicho esto porque doy por supuesto que ya lo sabes y que es
innecesario.
La
verdad es que estoy muerta de miedo, se me hace imposible pensar en mi día a día sin tenerte en cuenta, y sabes que me
considero una persona bastante
independiente, es algo que no puedo explicar pero me siento bastante afortunada
por nuestra relación, ya que no todo el mundo tiene buena relación con sus
hermanos
En
definitiva gracias a todos los hermanos, porque aunque parece que no, nos
fijamos en cada uno de vuestros movimientos e intentamos imitarlos, gracias por
darnos las mejores pautas y consejos a seguir para poder actuar bien.
Y
por último gracias en concreto a mi hermano por ser la mejor referencia y
ejemplo a seguir en todos los aspectos y
gracias sobre todo por ser parte de mi.
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