María Casado (La broma de Wall Street)



LA BROMA DE WALL STREET

No sabía lo que me esperaba hasta que me vi totalmente inmerso en un mar de números que no estaban precisamente a mi favor. Ciudadano americano, trabajador en la Bolsa de Nueva York, amante de Wall Street... "Todo lo bueno tiene un final".


Aunque mis colegas y yo llevábamos observando desde noviembre del año pasado ventas excesivas de todo tipo que provocaron repetidas caídas de los índices, jamás se nos pudo pasar por la cabeza una imagen parecida a la que estaban captando en ese momento nuestros ojos; porque normalmente los índices se igualaban e incluso llegaban a superarse después de tales caídas.


"La Bolsa está sobrevalorándose" comentaba un compañero después de darnos cuenta de las grandes subidas que se habían experimentado en aquellas sucesivas semanas de marzo.


Tras ser conscientes de las continuas reuniones del Consejo de la Reserva Federal (encargado de supervisar y regular el sistema bancario del país), sabíamos que se avecinaba una venta masiva.


Nos topamos con un grave problema justo delante de nuestras narices: exceso de papel y aumento de intereses por el poco dinero que había, pero un inversor con recursos e interesado en el mercado de valores creó en nuestras cabezas una sensación de incredulidad al comprar todos los títulos ¡Parecía que había esperado un descenso excesivo para hacerse con todo! Este acontecimiento tan importante para nosotros nos hizo recuperar una parte de la poca confianza que nos quedaba en el mercado.


Pasó una temporada en la que no faltaban altibajos en los índices, ventas de acciones, puntos, etc. Pero nada que podamos destacar; hasta el 18 de octubre, cuando se empiezan a vender acciones, nos encontramos con la salida a venta de 8 millones de estas descendiendo así  el índice aquellos días hasta 12 puntos. Otro golpe bajo para ciertos sectores de Wall Street.


Y basta con que se difunda la idea de que el mercado vuelve a su normalidad para que nos hallemos ante la primera gran caída de la Bolsa que la llevaría hasta su hundimiento. La venta de una cantidad ingente de títulos a bajos precios que no encontraban comprador fue la causa de tal caída. Incluso se llegaron a ofrecer, por el coste de un tercio de su valor, paquetes de acciones, pero tampoco encontraron compradores interesados.


Nos encontrábamos ante una situación caótica a más no poder, hasta que el 25 de octubre algunos de los más grandes banqueros de Wall Street se reunieron para intentar hallar la solución a este periodo que nos dejó en vela aquella noche.
Este periodo de altibajos en los índices (por supuesto más bajos que altos) a algunos nos costó noches en vela y discusiones con nuestras familias por quedarnos en blanco sin escuchar lo que decían mientras tratábamos de encontrar una salida a esta catástrofe; y doy gracias a Dios de encontrarme entre los faltos de sueño, ya que otros, faltos de valor ante esta situación tan fatal, fueron cegados por pañuelos de seda y empujados por su incapacidad de asumir semejante situación al vacío desde lo más alto de los rascacielos de Wall Street.
Al 24 de octubre de 1929 llamado "Jueves Negro" y a la etapa denominada "Crack del 29", la gente los define como "la más devastadora de las caídas de la Bolsa del país" y "la crisis económica anterior a la Segunda Guerra Mundial" y ojalá pudiera relacionar estas etapas vividas con una simple definición, pero significaron más que una "caída" o una "crisis".
Bebidas cargadas de cafeína mantuvieron despierta a mi esperanza por salir de aquel caos y mi amor por mi trabajo y mi país rompían un muro construido por números cuyo signo cambiaba en cuanto daba un sorbo a mi bebida.  Pero, a pesar de que fue una etapa difícil y extremadamente dura para mi memoria, este acontecimiento es clave tanto en la historia económica de mi país como de la mundial, por eso no me atrevería a cambiarlo por nada. Tenía una meta clara, sacar a mi país de este sin fin de caídas y poder levantarnos definitivamente con la cabeza bien alta gritando "la broma ha terminado".


He decidido hablar del Crack del 29 ya que me parece un acontecimiento importante de la historia de la economía mundial e interesante si lo observamos desde la piel de las aquellas personas que lo vivieron en primera persona y en primera fila en Wall Street.

noviembre/2016      María Casado Cucart






















                                                                                                                              

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