LA
FAMILIA
A lo largo de nuestra
vida, siempre hay momentos buenos y momentos malos que nos terminan marcando.
Uno de esos días fue el 24 de marzo de 2015, uno de esos días que jamás
olvidaré…
En esa época yo estudiaba
en un colegio llamado Windermere School en
el Distrito de los Lagos, Inglaterra. Todo amaneció como un día normal. Me
levanté como todos los días a las 7 de la mañana y media hora más tarde me reuní
con mis amigos para ir a desayunar al comedor. A lo largo del día, deseaba que
llegaran las cuatro de la tarde para poder ir con mis amigos al entrenamiento
de hockey. Pero, en unas milésimas de segundo todo cambió… Alrededor de las
tres de la tarde, la subdirectora del colegio sacó de clase a todos los
españoles que estudiaban, como yo, en el colegio y nos reunió para darnos una
triste noticia. A esta reunión acudimos seis de los ocho españoles que
estudiábamos ahí.
¿A qué se debía la
ausencia de mis otros dos compañeros? Miss
Dalzell, la subdirectora, comenzó a hablarnos en un tono calmado pero a la
vez triste, y se me paro el corazón, no podía asimilar lo que nos estaba
contando. Por desgracia, el avión en el que viajaba gran parte de la familia de
mis dos amigos, se había estrellado… Esos dos chicos eran primos, y perdieron a
sus familiares más cercanos. En ese momento, ninguno supimos qué decir,
simplemente nos encontrábamos en estado de shock sin poder reaccionar ante esta
terrible noticia…Finalmente, todos los que estábamos reunidos, abandonamos el
despacho cabizbajos dirigiéndonos de nuevo a nuestras clases para intentar
actuar con la mayor normalidad posible. A las cuatro y media de la tarde, nos
reunimos los 50 chicos de la casa, Langdale,
para que nos informaran a todos de lo que había ocurrido. Todo esto se
produjo a falta de tres días para comenzar las vacaciones de Semana Santa…
Mis dos amigos,
viajaron a Liverpool para encontrarse con su padre que, afortunadamente, no
volaba en el otro avión. Mis amigos volvieron al colegio para recoger sus cosas
e irse de vuelta a Barcelona. Fue ahí cuando pude despedirme de ellos y tratar
de darles la mayor fuerza posible. A pesar de que no acabamos el curso escolar
juntos, yo mantuve el contacto con ellos y les he visto en varias ocasiones.
Para concluir me
gustaría haceros llegar un mensaje muy importante para mí, que es la familia. Quiero
que sepáis que la familia es algo fundamental en nuestras vidas y que gracias a
ellos estamos donde estamos. Por un momento me puse en su lugar y me di cuenta
que hay cosas que nos pueden pasar a cualquiera de nosotros. Esto no significa
que tengamos que vivir con miedo, significa que tenemos que aprender a apreciar
cada día y dar gracias a Dios por la cantidad de gente buena (familia y amigos)
que nos rodean y por ello, tratar de dar lo mejor de nosotros mismos.
Carlos Ecón Garay
Noviembre 2016
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