Carlos Ocón (La familia)



LA FAMILIA

A lo largo de nuestra vida, siempre hay momentos buenos y momentos malos que nos terminan marcando. Uno de esos días fue el 24 de marzo de 2015, uno de esos días que jamás olvidaré…

En esa época yo estudiaba en un colegio llamado Windermere School en el Distrito de los Lagos, Inglaterra. Todo amaneció como un día normal. Me levanté como todos los días a las 7 de la mañana y media hora más tarde me reuní con mis amigos para ir a desayunar al comedor. A lo largo del día, deseaba que llegaran las cuatro de la tarde para poder ir con mis amigos al entrenamiento de hockey. Pero, en unas milésimas de segundo todo cambió… Alrededor de las tres de la tarde, la subdirectora del colegio sacó de clase a todos los españoles que estudiaban, como yo, en el colegio y nos reunió para darnos una triste noticia. A esta reunión acudimos seis de los ocho españoles que estudiábamos ahí.

¿A qué se debía la ausencia de mis otros dos compañeros? Miss Dalzell, la subdirectora, comenzó a hablarnos en un tono calmado pero a la vez triste, y se me paro el corazón, no podía asimilar lo que nos estaba contando. Por desgracia, el avión en el que viajaba gran parte de la familia de mis dos amigos, se había estrellado… Esos dos chicos eran primos, y perdieron a sus familiares más cercanos. En ese momento, ninguno supimos qué decir, simplemente nos encontrábamos en estado de shock sin poder reaccionar ante esta terrible noticia…Finalmente, todos los que estábamos reunidos, abandonamos el despacho cabizbajos dirigiéndonos de nuevo a nuestras clases para intentar actuar con la mayor normalidad posible. A las cuatro y media de la tarde, nos reunimos los 50 chicos de la casa, Langdale, para que nos informaran a todos de lo que había ocurrido. Todo esto se produjo a falta de tres días para comenzar las vacaciones de Semana Santa…

Mis dos amigos, viajaron a Liverpool para encontrarse con su padre que, afortunadamente, no volaba en el otro avión. Mis amigos volvieron al colegio para recoger sus cosas e irse de vuelta a Barcelona. Fue ahí cuando pude despedirme de ellos y tratar de darles la mayor fuerza posible. A pesar de que no acabamos el curso escolar juntos, yo mantuve el contacto con ellos y les he visto en varias ocasiones.

Para concluir me gustaría haceros llegar un mensaje muy importante para mí, que es la familia. Quiero que sepáis que la familia es algo fundamental en nuestras vidas y que gracias a ellos estamos donde estamos. Por un momento me puse en su lugar y me di cuenta que hay cosas que nos pueden pasar a cualquiera de nosotros. Esto no significa que tengamos que vivir con miedo, significa que tenemos que aprender a apreciar cada día y dar gracias a Dios por la cantidad de gente buena (familia y amigos) que nos rodean y por ello, tratar de dar lo mejor de nosotros mismos.  

Carlos Ecón Garay
Noviembre 2016

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