Irene Gallurralde (Niña perdida)



NIÑA PERDIDA

Este año ha sido diferente, por fin puedo decir que no ha sido otro verano más. Como otro día cualquiera hacia lo de siempre pero sabía, que este, no iba a ser igual. No sé cómo ni porqué, pero tuvo que ser ella, estaba ahí, era la clave que me faltaba, nos unimos en una noche. Éramos dos, dónde una iba, ahí estaba la otra, nos entendíamos perfectamente, de extrañas pasamos a ser hermanas. La verdad pensaba que cuando acabara agosto todo iba a acabar como cualquier relación de verano, es lo típico ¿no? Dos personas que se conocen en la playa y  viven a miles de kilómetros la una de la otra, quieras o no al final eso se enfría, todo el mundo lo dice.

Pues no, esta vez no, sé que es diferente, las dos lo hemos notado. Se me hace muy raro estar sin ella, no tenerla a mi lado para rayarme la cabeza, esa imbécil que te dice que lo estás haciendo mal, y que se ríe cuando dice que es para mejorar. Te juro, que con ella, no había secretos, a veces pienso que nos entendíamos demasiado bien, era un poco raro.

18-10-2016, Marbella.

Hola mi amor, seguramente esta carta te llegará bastante tarde. ¡Pero felices 16! Disfruta de tu gran día. Antes de nada quiero que sepas que eres una de las personas que más echo de menos de menos aunque te conozca de poco tiempo, por algo nos hemos juntado ¿no? Que sepas que a mí me cuesta coger confianza y valorar a la gente, pero sé que tú y yo hemos encajado y tu mejor que nadie, sabe siempre cómo me siento. Necesito hablar contigo como solíamos hacer en verano, contarte tantas cosas, llorar de la risa, bailar, desfasar, intentar terminar alguna de esas conversaciones de teléfono que solíamos tener, y que no me importa porque solo con escucharte me basta, nuestros míticos “pitis” de por la mañana, estar en la playa tiradas, básicamente lo necesito, necesito que vuelvas. Voy a empezar sincerándome ahora, aunque más o menos te lo esperes, ahí va:

Después de unos meses todo empezó, aquel momento horrible, ese, que todo el mundo reza para que no le pase, cuando piensas que no queda mundo para ti, que todo se te viene abajo, lo das todo y no recibes nada más que problemas, piensas en todo lo que creías y es cuando te das cuenta de que estabas equivocada, todas esas “niñas” que decían ser tus amigas, todas esas promesas que alguna vez te hicieron y nadie las cumplió. Ahora es el momento en que piensas en qué hacer. Bueno al menos me queda mi familia, esas personas que han cuidado desde que era pequeñita las que lo daban todo por mí, corrían, jugaban, me regañaban, hasta que me dejaron sola, el caso no es volver a verlas, sino ver como vuelven, aunque no creo que vuelvan, pero yo, sigo aquí, enfrente de la puerta de mi casa, cada día, esperando…. Ya que estamos te lo cuento todo, porque te mereces toda la verdad. Tú y solo tú me has enseñado que no tengo que perder a las personas que merecen la pena. A ver… ¿cómo decirlo? Es algo difícil, siento que mis padres ya no son mis padres, que sin quererlo me han abandonado, se han separado Irene ya no están juntos, mi padre ya se ha ido a otra casa, todo es diferente, al principio pensé, bueno voy a intentar acostumbrarme, es algo normal, pero no, no he podido. Irene se me ha juntado demasiadas cosas y he tenido muchas movidas con mis amigas, me despreciaban, me insultaban, me pegaban, y necesitaba sacar todo ese dolor que tenía dentro e hice algo espantoso, me metí al baño, y todo paso muy rápido, te lo prometo, no sé de dónde saqué las fuerzas para hacerlo, vi demasiada sangre y me desmallé. Menos mal que no estaba mi madre en casa. ¿Era esa la solución? Solo quería huir de la realidad. Ya no me quedaba nada, solo me quedabas tú, cada día viendo mi fondo de pantalla (eres tú conmigo), me ayudaba a calmarme y replantearme cómo iba a llevar el día, al escribir esto se me saltan las lágrimas, pensar en hacerte ir al cementerio para llevarme flores no me lo podría perdonar, por eso te prometo que no lo volveré a hacer y espero que me ayudes porque ahora te necesito más que nunca. Espero verte pronto hermana y que no me odies por esto, te quiero.

Amanda.

PD: en un mes me tienes por los “Madriles”, asique ya me puedes hacer hueco en tu mini casa, mi niña. 


Irene Gallurralde Zarza 1ºA
Noviembre, 2016.

Comentarios