EL
NAÚFRAGO
Ruido, estruendo, eso fue lo
último que escuchó Jake. Cuando abrió los ojos se encontraba en la playa con su
ropa toda hecha harapos. Lo último que recordaba era la conversación con su
capitán en el barco antes de irse a dormir, pero cuando giró
la cabeza, no tuvo duda de lo que había pasado. Una carabela destrozada se
encontraba encallada, la suya, había naufragado.
Pasaron los días, gritando
fervientemente, pidiendo a alguien que lo rescatara, y todos los días revisando
el horizonte buscando ayuda, pero ésta nunca llegaba. Cansado, eventualmente
empezó a construir una pequeña cabañita para protegerse, y proteger sus pocas
posesiones. Pero entonces un día, después de despertarse, el regresó y encontró
su pequeña choza en llamas, el humo subía hacia el cielo, la había destrozado
un rayo. Lo peor que había pasado, es que todas las cosas las había perdido.
Él estaba confundido y enojado y
llorando decía: "¿Cómo pudo pasar esto, por qué a mí?" Y se quedó
dormido sobre la arena. Temprano de la mañana del siguiente día, el escuchó
asombrado el sonido de un barco que se acercaba a la isla. Venían a rescatarlo,
y les preguntó, ¿Cómo sabían que yo estaba aquí? Y sus rescatadores le
contestaron: "Vimos las señales de humo que nos hiciste…" Y entonces
este náufrago se acordó de que esa noche anterior, que estaba muy dormido,
desesperado y deshidratado, se intentó suicidar cortándose las venas, pero no
pudo y se durmió, y esto provoco que no se muriese y que lo salvasen. Esto
significa que a veces de cosas muy malas pueden llegar a surgir cosas buenas,
depende de cada uno. Y nunca hay que rendirse.
Enrique Robles 4º D
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