DE
MAYOR QUIERO SER MISIONERO
-
¿Qué
quieres ser de mayor Ragit?
-
¡Misionero
mamá! - Respondía él siempre
-
Pero
somos pobres, africanos y nadie confía en nosotros para salvarles…
-
¡Yo
de mayor quiero ser misionero! – Insistía él
-
Pero
hijo, nosotros somos los que recibimos la ayuda de los misioneros, no estamos
en posición de dejar lo poco que tenemos para ayudar.
-
¡Yo
de mayor quiero ser misionero!
-
Bueno
vale, pero cuando seas mayor, tú ahora céntrate en disfrutar de tu infancia lo
que nuestra situación nos lo permita, yo te diré cuando te puedes dedicar a lo
que quieras.
-
Vale
mamá, esperaré a que tu me digas que ya soy mayor.
Ragit
era conocido en todo el pueblo por su solidaridad, cariño con todos, ancianos,
enfermos…
La
madre de Ragit llevaba unos años muy enferma, y finalmente murió cuando Ragit
tenía 6 años.
Ragit
creció y siguió con su solidaridad, cariño y afecto habitual y agradecido por
todos sus vecinos. Ya tenía Ragit 19 años y le preguntaron, ¿que quieres ser
cuando empieces a trabajar?
¡Quiero
ser misionero! Pero estoy esperando a hacerme mayor – Insistía él.
Ragit,
que a demás de por su gran solidaridad también destacaba por su gran fe
cristiana, seguía confiando en que en algún momento su madre le indicaría que
ya se había hecho mayor y poder entonces dedicarse a lo que le gustaba, ser
misionero.
Ragit
se fue haciendo más y más mayor, y esa señal seguía sin llegar.
Llegó
finalmente la hora de que Ragit se fuera con su mamá, y aunque el en su
interior no creía haberse dedicado a lo que de verdad le habría gustado, sin
saberlo había cumplido su sueño, ser misionero.
Había
devuelto la vid a su aldea, ahora ya no existía el pesimismo, ni la sensación
de inferioridad por su procedencia.
Todos
recordarán a Ragit como el gran misionero de la aldea.
Comentarios
Publicar un comentario