Guillermo Tapia García (Crítica al sistema educativo Español)



Crítica al sistema educativo Español

Pum pum… pum pum… pum pum… Siento cada uno de los latidos de mi corazón en mis sienes con más fuerza que el anterior conforme el momento se acerca. Llevo mucho tiempo preparándome para esto y no quiero cagarla. No puedo cagarla. Repaso mentalmente cada una de las frases que voy a repetir ante ese público. No se porque me apunté al concurso de Oratoria del colegio. Las manos me sudan y mi boca está seca. Oigo al presentador hablando, pero soy incapaz de entender lo que dice. De repente tan solo escucho mi nombre, con una claridad increíble, aplausos y siento unas manos que me empujan al escenario.


Estoy erguido en el escenario. Solo. Como un edificio en una ciudad fantasma. Y comienza el angosto silencio. Un silencio palpable, un silencio que me envuelve como un manto pesado y no me deja moverme. Siento como los brazos me pesan y se me caen las tarjetas que había preparado. Mis piernas empiezan a vencer. Y cuando creo que voy a colapsar en medio del escenario cruzo la mirada con él.


El profesor que me había ayudado a preparar esto durante 3 meses. Siento en sus ojos la mirada reconfortante de una madre que vela por su hijo enfermo de noche. Unos ojos que animan, y que consiguen quitarme el miedo. Me agacho a recoger las tarjetas y empiezo el discurso que tan bien sabía.


¿Prepara adecuadamente a sus alumnos el ­­sistema educativo español?...
Creo que es una pregunta que todos hemos escuchado responder, quizá incluso la hayamos respondido alguna vez pero…, tenía algún fundamento la respuesta que escuchamos, o dimos. Hoy vengo a demostrarles, con argumentos basados en estudios muy sólidos, y una opinión formada a base de una dura investigación que el sistema educativo español no prepara adecuadamente a sus alumnos.


            Distinguido público, ilustre jurado… muy buenas tardes; mi nombre es Guillermo Tapia, y hoy me dirijo a ustedes, para demostrarles porque el sistema educativo español NO prepara adecuadamente a sus alumnos. Para hacerlo voy a basarme en 3 argumentos.


            El primero. Un argumento de rendimiento. Tengo en mis manos un documento del ministerio de educación, en el que se puede apreciar como España se encuentra muy por debajo de la media de la UE, y de la OCDE en los resultados obtenidos en los informes PISA, aunque invierte  prácticamente lo mismo que la UE, y solamente algo menos que la OCDE. El dinero invertido simplemente no rinde.


            El segundo. Un argumento de inestabilidad. El sistema educativo español es eterno objeto de un tira y afloja político, que manipula as bases de la educación con cada cambio de legislatura, al no existir un pacto, un acuerdo tácito con la población, para protegerla.

            El tercero. El mal rendimiento de los alumnos. Según los últimos informes, a la edad de 15, casi la mitad de los alumnos ha repetido, ocasionando un coste al estado de 7000 euros por repetidor. A esto se le puede añadir la elevada tasa de abandono escolar; el 23,5% de los estudiantes no acaba su formación. Es decir, este año pasado, de todos los alumnos que empezaron el curso escolar, casi un cuarto no lo acabaron.


            Para acabar permítanme nombrar una cita, de Albert Einstein. “No se ha de ver la educación como una obligación, si no como una oportunidad para adentrarse en el fascinante y maravilloso mundo del saber”.


            En esta ocasión formularé yo la pregunta desde este lado de la mesa…  ¿Creen de verdad que en el sistema educativo español estamos consiguiendo esto? Muchas gracias.


Y el silencio vuelve, más fuerte y angosto que antes. Siento como el mundo se me viene encima y el escenario comienza a tragarme. Y de repente… Aplausos. Les has gustado! Esto es increíble. Me recompongo, doy las gracias por el micrófono y vuelvo al backstage. Al final no ha sido tan difícil.

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