Irene Gallurralde (Gracias)





GRACIAS

Esto que escribo es para ti, solamente para que sepas todo lo que nunca he tenido el valor de decirte. Eres una persona increíble en mi vida, aunque siempre hemos estado lejos en el fondo estábamos más cerca que nunca. No sé si lo sabías, pero yo, sí y por un momento eso me bastaba. Eres de las pocas personas que conozco que siempre ha estado conmigo en mis momentos malos, también una persona que  ha sido verdaderamente capaz de alegrarse por cada cosa buena que me pasaba, enorgullecerte de mí, decirme todo aquello  que no te parecía bien, una persona con la que siento una confianza eterna, aunque no lo creas y no te lo haya demostrado nunca, para mí siempre has estado a mi lado, sé que te duele no poder darme todo lo que quisieras, sé que lo darías todo por mí, sé que siempre piensas en no molestarme y dejarme mi espacio, pero a veces echo de menos que estés más presente.

Quizás en parte es mi culpa, todo hay que admitirlo y por desgracia me he dado cuenta ahora de lo que me estaba perdiendo. Algo tan valioso como tú, eso no lo tiene cualquiera y tendría que haberlo aprovechado. Tú me viste crecer, en aquel patio de tu casa, recogiendo y jugando con todas las hojas que había en aquel suelo, consolándome cuando lloraba por las noches que me quedaba en tu casa ¿Te acuerdas? Cuando estaba malita lo único que quería era ir allí, estar contigo. Venías con una mantita a arroparme y con lo que más me gustaba en este mundo, nuestra gatita. Sabías perfectamente cómo sacarme una sonrisa, en cada momento. La verdad no me acuerdo ningún momento en el que me regañaras, y eso es bueno, contigo solo recuerdo momentos buenos.

Aquellas tardes en las que nos sentábamos a comer viendo pasa palabra, era aburridísimo y lo sabías. Me dejabas tu libro de sudokus o me ponías a pintar, luego jugábamos al parchís, con las fichas que escondías para que no las perdiera. Salíamos a andar viendo todo lo que nos rodeaba, ese pueblo precioso en el que siempre viviste. Aún me acuerdo de quedarnos hasta tarde, en un banco sentadas con tus amigos, mientras me contabais vuestras anécdotas. Cuando íbamos al cementerio, juntas, a llevarle flores al abuelo… Igual para ti, todo esto no es importante, pero para mí, es mi infancia, tú has sido quién ha marcado el rumbo de mi vida. Siempre me decías: “Puedes ganar o perder, pero lo importante es aprender, tienes que ser valiente y jamás retroceder” o algo así, esas frases que me decías me han valido mucho la pena, y necesito que lo sepas.

Siempre he tenido algo claro en mi vida, que eras una gran persona, dabas todo lo que podías a aquel que lo necesitara, incluso sin que te lo pidiera, aunque suene un poco egoísta, merecerías que todo el mundo te conociera, pero prefiero que te quedes solo para mí, por así decirlo, no compartirte con nadie. ¿Sabes? No todo el mundo te merece, ni siquiera yo, no lo sé…

Hay una cosa de la que si me arrepiento, si te soy sincera, me arrepiento de vivir sin pensar en el mañana, de haber crecido, porque eso me ha hecho estar más ocupada, alejarme de ti, no sabía valorar lo que tenía y a veces sueño en poder retroceder pero bueno, los sueños, sueños son y a veces se terminan. Hay que aceptar lo que nos toca y lo que Dios nos prepara.

Cada día plantabas una semilla positiva en mí y por eso, yo, hoy le rezo a Dios para que te pongas buena, para que puedas volver a tu casita a recuperar tu vida,  estar con esa energía que desprendías siempre, aprovechar cada momento del día para pasártelo bien, que puedas volver para recorrerte el mundo a viajes como hacías antes.
Hoy, te quiero contar una historia, esta vez con final feliz, hoy la vida sonríe, no quiero que olvides que estoy junto a ti, tu momento es ahora, olvida las cosas que te hacen sufrir, solo escribe tu historia y mantén en la memoria que te queremos aquí. Solo te pido una cosa, que seas fuerte, que con nosotros saldrás adelante.
Te quiero abuela.

Pd: Gracias por enseñarme a vivir, a sentir, a sonreír, me enseñaste el mensaje y también, a ser feliz

 Irene Gallurralde Zarza. 1º Bachillerato A.

Comentarios