Lucas Zarraluqui (Cáncer)




UN AMOR IMPOSIBLE


Un día el cual ahora mismo no recuerdo, empecé a acabar con vidas inmerecidamente, aunque la gente no lo piense me siento culpable, ¿cómo no me voy a sentir culpable?. Soy una segadora para el campo, un Hitler para los judíos, la oscuridad ocupando los resquicios de una ventana en la cual la luz intenta hacerse paso desesperadamente, no quieras encontrarte conmigo en la larga línea de tu vida, porque suelo ser certero y dejo una nube  de desesperación a mi paso. Vivo soñando con el día en el  que  moleste lo mismo que una picadura de mosquito y no produzca angustia a miles de personas en este mundo, en ocasiones creo que sueño despierto, hasta que, sin saber cómo,  me  caigo de bruces de la cama.

Yo sé que hay algo  dentro de mí que echa de menos a mi amiga, solo cuando me junto con ella puedo dejar de ser malo y  de hacer daño a la gente. Pero otras veces no consigo controlarme, mis ansias de poder sobre las personas se apoderan de mi  y ni si quiera con la ayuda de mi amiga me controlo, deterioro a la persona poco a poco de una manera lenta tanto  física como psicológica .Cuando se desata mi ira nadie se salva, ataco sin excepción, ricos, pobres, críos, adultos, ancianos… me es indiferente.

En estos momentos, existen  miles de personas en mi busca para borrarme del mapa, millones de euros se han movilizado para acabar conmigo, pero les queda tinta china por sudar para finalizar con mi  existencia. Mis ataques son inesperados, cuento con el factor sorpresa, podría comparárseme con una flecha lanzada al cielo de manera aleatoria sobre una gran masa de personas, no sabes a quien le va a caer, pero cabe la posibilidad de que te caiga a ti o a alguien que conozcas y acabe con vuestra  vida.

Y ahora aquí me hallo, en lo alto de una montaña, cargado hasta las cejas de ballestas apuntando a las nubes y disparando sin cesar hasta atinar en el blanco y  llevarme otra vida. Doy gracias a mi amiga, que se encuentra en las llanuras más cercanas a esta montaña, ya que en incontables ocasiones, consigue que  mis flechas solo rocen a estas personas rasurándolas el  cabello de manera prolongada y consiguiéndolas un futuro  con normalidad sin dañar a  nadie.

Soy el  cáncer. Mi amiga la quimio y por el bien de la humanidad espero perder esta batalla.           

Lucas Zarraluqui
1º B – Nº 33

Comentarios