EL RECHAZO SALVADOR
Por fin, era viernes y
acabábamos de terminar la universidad. Después de haber estado toda la semana
esforzándonos tocaba divertirse y descansar. Salí de la universidad con mis
compañeros, todos con una sonrisa de oreja a oreja y con la misma idea en la
cabeza, esta noche se lía. Después de todo que se iba a esperar de unos jóvenes
con ganas de pasárselo bien.
Me fui a casa a comer y
en el momento que terminé me fui a dormir. Cuando me levanté de la siesta llamé
a mis amigos para ver a que hora quedábamos y decidimos que a las once en mi
casa para tomarnos algo e ir juntos a la discoteca ya que habría mucha gente y
sería difícil encontrarse una vez allí.
Asique me puse en
marcha, ya que esa iba a ser mi noche, iba a estar con Leti, la chica de la que
llevaba enamorada desde que la vi por primera vez, últimamente la notaba
bastante receptiva por lo que pensé que podría haber oportunidades, asique me
fui a la ducha, me vestí elegante y me puse mi mejor perfume.
Ya eran las 11 de la
noche por lo que mis amigos empezaron a llegar a mi casa, como no, llegó el
momento de decidir quien conducía, y eso solo podía decidirse de una manera y
esa era a chinitos. Le tocó a Gonzalo, en mi opinión el menos responsable de
todos, pero como nadie quería se quedó zanjado el tema.
Dos horas después nos
decidimos a salir hacia el local, a decir verdad, ninguno, ni si quiera Gonzalo
íbamos en condiciones de conducir, pero tampoco de pensar en las consecuencias
de hacerlo, por lo que salimos hacia la discoteca. Tuvimos suerte y llegamos
sin ningún problema.
Una vez allí, salimos
del coche y nos dirigimos hacia la puerta, pagamos nuestra entrada y pasamos a
dentro. El ambiente era muy bueno, pero mejor todavía eran los ojos de Leti
cada vez que nos mirábamos.
Una vez allí me
encontré a varios amigos del equipo, entonces llegaba la peor situación que os
podéis imaginar, beber por el equipo. Después de esto no podía pensar ni en
cómo me iba a volver a casa.
En ese momento apareció
Leti, y me preguntó si la acompañaba fuera para fumarse un cigarro. Salí con
ella y empezamos a hablar sobre que tal nos iba a cada uno. Entonces salió el
tema de que tal de novios y novias, me dijo que todavía necesitaba tiempo para
volver a tener una relación, ya que hacía solo una semana lo había dejado con
su exnovio. En ese momento me sentí muy decepcionado, por lo que me enfadé y
dije que tenía que irme ya a casa.
Me pedí un taxi y me
despedí de mis amigos, después de decirles que tuvieran cuidado con el coche.
Una vez en el taxi todo me daba vueltas y no podía quitarme de la cabeza lo que
Alexia me había dicho. Cuando llegué me hice una pizza y me fui a dormir.
A la mañana siguiente,
me levanté con dolor de cabeza y muy cansado. Pensé en la conversación con
Alexia y me di cuenta de que tampoco era para tanto. Me fui a desayunar y
después fui a ver la tele.
Según la encendí estaba
puesto el telediario, entonces se me paró el corazón, me quedé completamente en
shock. La noticia decía que 4 jóvenes, dos chicos y dos chicas, habían
fallecido en un accidente de coche, se habían estrellado contra un muro de
piedra a 90 km/h, por lo que la muerte había sido instantánea, además decía que
todo apuntaba a que el conductor iba bajo los efectos del alcohol.
En ese momento no podía
pensar con claridad, encendí el móvil y tenía miles de mensajes hablando sobre
el tema. Sin duda ese ha sido el peor día de mi vida, y más pensando que si no
me hubiese enfadado esa noche, y me hubiese subido al coche, ahora mismo no
estaría escribiendo este relato.
Hugo Klingenberg
Martínez
4ºESO E Nº14
24/02/2018
Comentarios
Publicar un comentario