JFK
Era una calurosa tarde de mayo cuando en ese instante, a las
tres en punto el 29 de mayo de 1917 nací yo, John. Mi padre se llamaba Joseph y
mi madre se llamaba Rose, yo era el segundo de los nueve hermanos que somos. Mi
padre fue embajador en Reino Unido y mi madre fue una figura política de su
ciudad, Boston, aunque nosotros siempre vivimos en Massachusetts.
Tuve una infancia de
lo más soñada, viví hasta en dos mansiones de más de 20 habitaciones, iba a u
buen colegio y en vacaciones íbamos a nuestra casa en Florida, una infancia
soñada. Aunque un día algo se torció, tuve apendicitis y mi salud se complicó
mucho y estuve muchos años bastante mal. Después de recuperarme me apetecía
hacer algo y ya que mi padre trabajaba en la embajada de Reino Unido me fui con
él y con mi hermano Joe a Europa y
recorrí con ellos gran parte de Europa aunque tuvimos que tener cuidado debido
a la Segunda Guerra Mundial.
Pocos años después decidí que hacer con mi vida y descubrí lo
que me llenaba de verdad, la vida me llamó a que me ofreciere voluntario para
el ejército de mi país. Debido a mis problemas de espalda no fui aceptado pero
la gran influencia de mi padre supuso mi entrada aunque de trabajador de
oficina. Con el paso de los años fui ascendido y llegué a ser destinado a
Panamá a misiones navales en el Pacífico, en una de mis misiones nocturnas
fuimos abordados por japoneses en el incidente conseguí salvarle la vida a mi
fiel compañero pero me dañé gravemente la columna. Por esta acción recibí la
medalla de la marina.
Después de la segunda guerra mundial me interesé por el
periodismo ya que en los años anteriores a la guerra no considere en
involucrarme en política porque ya estaba mi hermano Joseph pero el murió en la
guerra justo cuando el representante demócrata para ser alcalde de Boston dejó
su cargo. Trabajé duro y conseguí el cargo, fui miembro del congreso seis años
y más tarde conseguí llegar a ser senador, todo un sueño y un premio por mi dedicación. Después de esto
conocí al amor de mi vida quien fue Jaqueline que casi me ve morir por dos operaciones
de columna que me dejaron al borde de la muerte, llegué a hacer la
extremaunción cuatro veces en mi vida, algo que me condicionaría de por vida.
Y llegó un momento clave en mi carrera política, esta podía
dar un paso en la candidatura a la vicepresidencia de los Estados Unidos pero
acabé segundo en las elecciones. Aunque no hubiera ganado yo siempre seguí con
mi moral de igualdad y voté una ley de derechos civiles que reconocía los
derechos de las personas con color de piel negra y su derecho a voto, estaba orgulloso de lo que había conseguido
pero había gente que no creía que debieran tener derechos y fui muy criticado y
a la vez muy aclamado por la sociedad.
En 1960 llegó mi momento, podía ser candidato del cargo más
alto posible, el de presidente de los Estados Unidos de América, venciendo en
las primarias fui el segundo católico que llegaba a ser candidato a la
presidencia y ya solo me quedaba un último paso, y después de tensos debates el
8 de noviembre de 1960 gané las elecciones más ceñidas del siglo y me convertí
en el presidente electo más joven de la historia con 43 años.
Durante mi presidencia desde enero del 61 fui aclamado y
también protestado, siempre con mi política de igualdad social. El 22 de
noviembre de 1963 iba en mi coche descapotable con mi mujer en una visita política
a Texas en un día fantástico, todo iba a la perfección hasta que una bala
procedida de un fusil de cerrojo Carcano M91/38 impacta en el coche, un segundo
disparo me alcanza en la espalda y me sale por la garganta, me llevo las manos
a la garganta mientras mi mujer con su ostro pálido me lleva la cabeza hacia
ella cuando una tercera bala me alcanza en el parietal derecho y veo cada vez
más lejos a mi mujer y entro en una luz blanca que abarca toda mi vista y me lleva
a un camino interminable en el que me despido de mi familia para siempre.
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