Lucía Marín (Héroes)




HÉROES

Me llamo Rocío Aguilar tengo 24 años y vivo con mis padres en una bocacalle de la calle Betis del barrio de Triana, donde mi padre es abogado y mi madre es médico del hospital del Virgen del Rocío.

Hace 6 años mi madre me contó que había tenido que operar a una policía a la que habían disparado muy cerca del corazón y había estado a punto de morir. Mi madre me dijo que esta policía le había salvado la vida a una madre y a dos hijas indefensas a las que su marido y padre las tenía atrapadas en una casa y las iba a matar con una pistola.

Esta policía, que llevaba tiempo siguiendo el caso de este maltratador que en más de una ocasión había agredido a su mujer, decidió perseguirlo. Un día vio que entraba en la casa de su exmujer donde tenía prohibido entrar; pidió refuerzos y, sin pensárselo, cogió una de sus armas y entró en la casa de golpe. Al entrar encontró a las dos hijas pequeñas atadas a una silla y unos pañuelos en la boca, la policía siguió avanzando por la casa hasta encontrarse a la mujer en el suelo malherida y delante de la mujer estaba aquel tipo. La mujer policía sin pensárselo dos veces y estando sola ante el peligro, ya que los refuerzos no habían llegado, se enfrentó a él y se interpuso a una de las balas que iban dirigidas a la mujer. En ese momento llegaron los refuerzos y atraparon a aquel maltratador.

Mi madre me contó que cuando la policía se despertó después de la operación le preguntó que por qué en vez de haberse esperado 5 minutos a que llegaran los refuerzos decidió enfrentarse ella sola ante el peligro. La policía, la cual estaba un poco convaleciente, le dijo que su trabajo es defender a aquellos que más lo necesitan en cualquier circunstancia aunque te pudiera costar la vida.

Al oír esas palabras me quedé un poco impactada al pensar que una persona puede llegar a perder su vida por ti aún sin conocerte.

Aquellos días no hice otra cosa que pensar en la historia que me contó mi madre. Y aún hoy la sigo recordando cada vez que me pongo el uniforme.

Lucía Marín Fernández 18/02/2018



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