María Fernández-Bravo Arsuaga (Diario de Víctor)




DIARIO DE VÍCTOR

Miércoles 8 de febrero de 1953
Hoy ha sido un gran día, nos han dado la nota del examen de matemáticas y he sacado un 7. Mis padres se han puesto súper contentos. Además, nos hemos reído de Pablo otra vez, ¡¡es muy gracioso!! Después de varios días intentándolo, por fin hemos conseguido romperle las gafas, cuando se ha levantado del suelo no sabía ni que hacer.

Jueves 9 de febrero de 1953
Pablo ha venido con gafas nuevas, aún más feas que las anteriores, habrá que volver a rompérselas. En clase de gimnasia hemos jugado al fútbol, y he metido 3 goles, ojalá algún día llegue a ser un futbolista profesional. A Pablo, como es un paquete y nadie le quiere en su equipo, le han puesto de portero. Hemos aprovechado para darle unos cuantos balonazos, ¡¡estaba a huevo!! Luego le hemos quitado los zapatos de su bolsa y se ha puesto a llorar como una nenaza.

55 años después

Viernes 14 de octubre de 2008
Hoy he ido a recoger a mi nieta a Lucía al colegio aprovechando que estoy en Madrid por unos días. Ha llegado al coche y la he notado muy rara. No quería hablar, pero por fin me ha contado qué le pasaba. Parece que hay tres niñas que se dedican a hacerle la vida imposible dejándola sola en el recreo, quitándole la merienda, insultándola y amenazándola. Se me han puesto los pelos de punta cuando se ha puesto a llorar y no he podido dejar de recordar lo que a su edad yo le hacía a Pablo, mi compañero de clase.

Sábado 15 de octubre de 2008
Hemos ido a comer toda la familia a casa de mi hija Sara para celebrar su cumpleaños. Sólo podía mirar lo feliz que estaba Lucía y cómo se reía y disfrutaba jugando con sus primos. Recordando cómo estaba ayer, me he dado cuenta de lo crueles que podemos llegar a ser y del daño que podemos causar a alguien simplemente porque nos parece divertido.

Lunes 16 de octubre de 2008
Mañana me vuelvo a Ciudad Real, y he decidido ir a buscar a Lucía al colegio para despedirme. Aprovechando que todavía no había salido de clase, me he acercado a las niñas de las que me había hablado mi nieta y, sin decirles quien era, les he contado una pequeña historia. Una historia sobre un niño que de pequeño acosaba a un compañero de clase y que, viendo muchos años después cómo su nieta sufría el mismo acoso, nunca pudo perdonarse lo que había hecho siendo un chaval. Parecieron impresionadas, y espero de verdad que hayan aprendido la lección y que no vuelvan a hacer sufrir innecesariamente a nadie más.

Lunes 23 de octubre de 2008
Me he dado cuenta de lo fácil que hoy en día es encontrar a alguien en las redes sociales. Llevaba más de 40 años sin ver a Pablo, y cuando contacté con él por Facebook me sorprendió que aceptara quedar a tomar un café conmigo. Hemos recordado viejos tiempos y he aprovechado para pedirle perdón por todo lo que le hice sufrir cuando éramos niños. No sé si habrá llegado a perdonarme del todo, pero hemos quedado para seguir viéndonos de vez en cuando. Espero poder llegar a ser su amigo y compensarle de algún modo por el daño que le hice hace años. Yo, aunque tarde, sí he aprendido la lección.

María Fernández-Bravo Arsuaga 1ºB
2/2018

Comentarios