(Don Pedro Rodríguez de la Borbolla)



DON PEDRO RODRÍGUEZ DE LA BORBOLLA

Don Pedro fue un abogado durante 30 años, ministro de la corona y político liberal que dominó la vida pública de Sevilla durante en primer tercio del siglo XX. Nació en Sevilla en 1856, estuvo casado y tuvo diez hijos aunque su hijo menor falleció a la vez que su mujer al dar a luz.

Uno de sus hijos (Pedro Rodríguez de la Borbolla) también fue político y abogado y gracias a su intervención consiguió que el rey Don Alfonso XIII otorgase el titulo de “Real” al Betis FC.

Era un hombre con una personalidad bien marcada, típica y de buen corazón con carácter abierto y amable. Su relación con el pueblo por medio de una palabra llena de efecto, de amor y de simpatía le convirtió en la fuerza engendradora de la voluntad en el alma de las multitudes y en la fuerza social y política.

Tuvo una actividad prodigiosa, incansable, fecunda y una movilidad simpática. Muchos decían que era curioso observar cómo Don Pedro, con semejante actividad de espíritu y una grande riqueza en su expresión de palabras, apenas daba expresión a su cara, inmóvil y seria y con una carcajada franca  y cómo este hombre que parecía tan distraído tarareando o silbando suavemente siempre se enteraba de todo lo que pasaba a su alrededor.

Fue un líder liberal que se preocupó siempre por las necesidades de todos los ciudadanos y ayudó a todo el mundo que solicitaba su ayuda, director general de Hacienda del suprimido Ministerio de Ultramar, Fiscal del Tribunal de Cuentas, Subdirector de Gracia y Justicia, Ministro de Instrucción Pública y Presidente del Ateneo y de la Sociedad de Excursiones de Sevilla. Llevó seis años de vida parlamentaria en todas las cortes desde el 91 a la fecha, siempre por su Sevilla.

Siempre intentó  beneficiar a su tierra Sevilla. Durante su mandato como alcalde de la ciudad se levantó el monumento de la Inmaculada (en el que se creó la costumbre que aún se mantiene de ir cada 18 de diciembre a cantarle a la salve y ofrecerle flores a la virgen), la construcción del banco de España y la Plaza de Toros de la monumental

Falleció el 14 de enero de 1922, con tan solo 66 años de edad debido a una grave enfermedad. Su funeral fue un acontecimiento muy popular en Sevilla y una
importante manifestación de duelo, como prueba del cariño que Sevilla tenía por Don Pedro (como le llamaban algunos) o Perico Borbolla como le decían otros.
 Atendió mucha gente a este acontecimiento llenando la plaza de América. Entre la multitud se hallaba Don Santiago Alba, el gobernador civil, el arzobispo de Sevilla, un ayudante del Infante Don Carlos representando a éste, y otras ilustres personalidades.

Para recordar la memoria de Don Pedro Rodríguez de la Borbolla se organizó una suscripción (“El Noticiero Sevillano”) que reunía los donativos para  construir un monumento en su memoria pero su familia no quería que el dinero se usase para una obra monumental y prefirió usarlo para fundar una clínica de niños en el Hospital de Sevilla.

Sin embargo, actualmente, en la Avenida de la Borbolla se encuentra un pedestal sin estatua en su memoria. Lo único que tiene el rótulo escrito es: “Íntegro y caballeroso. Fue mucho para todos y poco para sí”.

Al fallecer, en su testamento deja un bonito recuerdo de su mujer (Ramona) a quien describe como un gran ejemplo de madre, hija y esposa.

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