LIBERACIÓN
“Señores antes de nada
ha sido un honor tenerlos como pelotón, hoy volverá a reinar la paz en el
mundo”, el coronel Litt nunca nos había reconocido nuestro trabajo en esta
guerra pero hoy todo podía cambiar. Hoy era el día en el que de una vez por
todas caería Alemania, hoy era el día en el que todos los que nos dejaron en el
camino serían vengados.
Hutchman me dio la
palmada en la espalda para darme fuerzas en ese momento, hemos vivido juntos
muchas cosas y hoy era el día de ganarnos la libertad y volvernos a nuestra
queridísima California. El camión paró, ya oímos los primeros bombarderos,
salimos todos a toda velocidad hacía el puente donde se estaba librando la
última batalla, esa última batalla en la que seriamos recordados de por vida.
Íbamos avanzando y los
alemanes habían perdido muchos hombres, estábamos a un paso de ganar la guerra,
era cuestión de coger el antiaéreo y tirar los aviones alemanes. De repente cae
una bomba en el puente, muchos de los nuestros caen al vacío mientras yo corro
en un lateral del puente, ya parecía que estábamos salvados cuando no encuentro
a Hutchman, miro a todos lados y no lo veo, grito su nombre más de mil veces
sin respuesta alguna, pero cuando se despeja el polvo veo al otro lado del
puente a Hutchman tirado en el suelo y
unos camiones alemanes se lo llevan. Veo como mi mejor amigo es capturado y no
puedo hacer nada, me quedo tirado de rodillas pensando en que poder hacer pero
no obtengo ideas.
El coronel Litt me
levanta rápidamente y grita: “¡Cojamos el antiaéreo!”, corremos hacia él y
tiramos los bombarderos, oficialmente habíamos derrotado a Alemania, habíamos
ganado la guerra, pero para mí esta no acabaría hasta encontrar a mi fiel amigo
con el que había pasado todo, no me lo podía permitir.
Llevábamos tres semanas
buscando por la zona, registrando cada campo de concentración de este campo de
batalla. Como solíamos hacer Litt, Smith y yo inspeccionábamos todo mientras
los demás vigilaban y descansaban unos minutos, este campo de concentración era
diferente a los demás, había cuerpos muy recientes pero estaba todo vacío.
Ya nos íbamos cuando a
los lejos oímos un tiro, salimos corriendo hacia un bosque, hay gritos y son
muy cercanos. Corremos todo lo que podemos y nos encontramos dos kartoffels
ejecutando gente, los reducimos y procedemos a llevarnos a todos los
concentrados, hay un último recluta, en muy mal estado, muy delgado, le cojo y
lo miro y es Hutchman, todos nos abrazamos, le habíamos encontrado pero estaba
muy grave…
Llegamos a la enfermería,
después de horas de espera la enfermera nos dice que Hustchman había sido
maltratado pero se recuperaría, vamos a abrazarle, nos habíamos ganado la
libertad, por fin podríamos volver a casa, habíamos ganado la segunda guerra
mundial.
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