UNA LEYENDA
En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero
acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidal.... Perdón historia
equivocada, comencemos de nuevo.
En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero
acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un pequeño niño que a todo el mundo caía bien, hijo de dos
granjeros, María y José Antonio. La familia vivía en un pequeño pueblo de no
muchos habitantes. El pequeño se aburría en una cálida tarde de invierno y
buscando entre las cosas viejas y olvidadas de su abuelo encontró unas botas
con clavos en las suelas, se las puso y fue corriendo a enseñarselas a sus
amigos para jugar un partido.
Ese mismo día el autocar del Albacete había
pinchado de camino a un partido muy
importante, así que para no perder tiempo fueron al taller más cercano, Neumáticos Iniesta . Mientras esperaban, los
jugadores y el entrenador fueron a ver a unos chavales jugar al futbol ahí al
lado.
Para su sorpresa un niño destacaba entre los demás; era un mago con el balón y antes
de irse fueron a hablar con él: “¿cómo te llamas chaval?” dijo el entrenador.
“Gonzalo”, respondió. Tras una conversación con el niño y su padre le dijeron
que tenía futuro y que debía pasarse por Albacete para hacer las pruebas.
Una semana después, Gonzalo fue al colegio y todos
sus compañeros estaban eufóricos porque su amigo iba a ser jugador de fútbol. Pero Gonzalo
estaba muy triste. “¿Qué te pasa?” “¡vas a ser rico!”, le decían sus amigos,
pero a él... eso no le importaba.
En la hora del recreo, su mejor amigo fue a hablar
con él. ¿Qué te pasa Gonzalo? “es que mi
padre no me deja ir a Albacete”, dijo
entre lágrimas. ¿Pero por qué? respondió su amigo. “Es que mi padre dice que no
voy a poder jugar al fútbol de mayor, que es una tontería y que la granja es mi
sitio. No quiero que mi viaje se desperdicie. Toma , ve tú y prueba a ver que
tal”. “Pero Gonzalo a mi no me van a elegir; no soy tan bueno soy como tú”. “Da
igual, ve y prueba, no perderás nada…”
El amigo de Gonzalo fue corriendo a su casa a
contárselo a sus padres con una gran sonrisa en la cara. “Papá, mamá, mirad
mirad”. “¿Que pasa hijo?”. “Gonzalo me ha regalado su viaje a Albacete para
hacer las pruebas del equipo”. “Pero hijo solo tienes 10 años.. Y eso vale
mucho dinero…”. “Pero papá es mi sueño y además, si me cogen pagan ellos todo”.
“Bueno ya lo pensamos, venga siéntate a cenar y ya hablaremos mañana de esto”
Pasó casi una semana y tras unos días de insistir
el pequeño convenció a su padres y salieron los tres hacia albacete.
Esa misma tarde comenzaban las pruebas y el pequeño
estaba temblando. Llegaron a las instalaciones del Albacete Balompié y el
entrenador llamó a los chavales. “¡Buena suerte hijo!” exclamó su madre. Él era
el más pequeño de todos. Comenzó el entrenamiento y tocó hacer equipos para el
partidillo; él fue elegido el último. Esto no le desanimó en absoluto y comenzó
a jugar. Salió al campo, cogió la pelota y empezó a correr, parecía un
ilusionista, nadie era capaz de quitarle la pelota, se iba de uno, de dos, ¡de
tres! “Es un genio” decían los otros padres. Todo el mundo estaba asombrado con
la samba del pequeño; fue alucinante.
Cuando acabó el partidillo, antes de que le diera
tiempo a quitarse la viejas botas de su abuelo, se le acercaron los ojeadores
con el entrenador y le propusieron jugar en el Albacete Balompié. Sus padres no
podían creérselo, estaban eufóricos.
Pasaron un par de años y el pequeño ya recibía
ofertas de muchos clubes, pero un día llegó a su nueva casa de Albacete una
carta con el membrete oficial del F.C. Barcelona. Antes de abrir la carta,
llamó a sus padres y los tres, tan nerviosos que ni podían abrirla, leyeron su
contenido: “Estimado Andrés, te hemos estado viendo jugar durante unos meses ya
y queremos que vengas a Barcelona a jugar con nuestro club”. Andrés no se lo
podía creer y en menos de 5 minutos ya tenía hechas las maletas.
Llegaron a Barcelona, a las instalaciones del club
y …. Bueno, el resto de la historia ya la conocemos.
Muchas gracias Andrés, siempre te recordaremos.
Juan Carrasco
1ºA
Mayo de 2018
Comentarios
Publicar un comentario