Juan Cebrián (El amanecer en la tierra de los muertos)



EL AMANECER EN LA TIERRA DE LOS MUERTOS

Nunca olvidaré el día en el que empezó todo. Esas fueron las palabras que me hice prometer a mí mismo aquel 22 de octubre de 1962.


Era una cálida mañana muy típica del clima tropical que hay en Florida. Mientras tomaba el desayuno escuchaba la radio y entre otras cosas el discurso que estaba dando el presidente. Estaba hablando sobre el gran avance que habían tenido las relaciones diplomáticas con el gobierno soviético.


Me dispuse a ir a la base porque tenía que hacer un simulacro de ataque nuclear. Legué sin problemas y empezamos el simulacro, la verdad es que salió muy bien para ser mi primera vez. Finalizado el ejercicio nos fuimos a comer cuando de repente escuchamos una sirena que aullaba como un lobo enfurecido.


Al principio pensamos que era otra simulación, pero la entrada repentina del general nos hizo cambiar rápidamente de idea, Nos gritó que nos moviéramos porque en Cuba se habían instalado unos misiles balísticos y el presidente había ordenado la movilización general de todas las tropas disponibles.


Nos subimos a nuestro destructor y nos hicimos a la mar lo más rápido posible, establecimos contacto con los demás barcos y formamos un circulo alrededor de la isla para impedir cualquier tráfico de barcos.

Entonces fue cuando lo vi. Un enorme sonido parecido a un trueno acompañado con una violenta sacudida tiñó el cielo de un color rojo pálido que nubló todo a su alrededor.


Miré a lo lejos y pude observar como una de las mayores ciudades de los Estados Unidos había sido reducida a escombros en penas unos segundos. Lo que pasó después fue predecible, pero a la vez inhumano e irracional, Kiev y San Petersburgo fueron atacadas y destruidas con la misma facilidad, pero esta vez habíamos sido nosotros los artífices de eso.
3 años después me encuentro en la ciudad donde empezó todo contemplando cómo sale un sol que, en vez de calentar y adormecer a los niños, les quema la piel y los mata lentamente. Este es el mundo en el que vivimos, este es el mundo que hemos creado ojalá el ser humano no se hubiera dejado llevar por la ira y el deseo de venganza.

Juan Fco. Cebrián Rodríguez 1ºA 20/05/2018

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