Jorge Arévalo (Recuerdos de cuerdos)



RECUERDO DE CUERDOS

No recuerdo cuanto tiempo he pasado no existiendo, lo único que sé es que acabo de nacer, estoy vivo. Es extraño, tengo una sensación de invisibilidad, creo que los demás no saben que ya he aparecido, que ya he nacido; y sinceramente no tengo medios para hacer ver a los demás que estoy presente. No se gritar, no se llorar, no se moverme, no se hablar.
Estoy todo el día pegado a una mujer, una mujer muy mayor y sonriente, no sé si es mi compañera o mi mamá, quizá sea las dos cosas, de todas formas, la llamaré amiga. Es sorprendente, pero aún sin saber hablar me entiendo muy bien con esa mujer, nos reímos de nada, y nos sumergimos en historias imaginarias que solo pasan en nuestra cabeza. Es todo perfecto, salvo una cosa, una cosa que me molesta mucho. Todos los días, a todas horas, hay un hombre en casa que nos intenta separar a mi amiga y a mí. No lo entiendo, ella y yo nos lo pasamos muy bien juntos, no necesitamos que nadie nos diga nada ni nos moleste, nosotros 2 seriamos muy felices juntos, y ese hombre no nos deja serlo.
Él es muy bueno con mi amiga, no la deja sola un momento, le da de comer, la viste, y la cuida mucho, pero sobre todo, me aleja de ella, y yo me pongo muy celoso. Cuando estoy solo con mi amiga, le pregunto que quien es ese hombre, y me causa mucha incertidumbre cada una de sus respuestas, unas veces me dice que es un amigo suyo, otras me dice que es su hermano, otras veces su primo, y otras no sabe responderme. Ese hombre suele ser muy cuidadoso, y mantiene a mi amiga mucho tiempo ocupada, hablándola o dándole temas de conversación.
Conforme pasa el tiempo voy ganando más tiempo con mi amiga, y se lo quito a su primo, hermano, amigo o lo que sea. Este ya ha empezado a ponerse triste, a veces incluso llora cuando mi amiga no le presta atención, pero al fin y al cabo eso es mejor para mí, así que, que se fastidie el hombre misterioso.
Es mi quinto cumpleaños, y nadie me felicita ni se alegra por mi existencia, pero me da igual, porque mi amiga cada vez me dedica más tiempo a mí y menos al hombre misterioso. De hecho ya se muchas cosas de mi amiga, ¡sé que tiene 86 años! Es una mujer muy muy mayor, más de lo que me esperaba, pero igualmente, me lo paso mejor que nunca con ella. Además, nuestras historias imaginarias son cada vez más profundas y realistas, casi consiguen que nos olvidemos de donde estamos. Esto es realmente emocionante.
Han pasado 15 años desde que nací, y mi amiga y yo somos oficialmente inseparables, es alucinante, por fin he conseguido estar todo el tiempo con ella. He conseguido que no le preste ni un mínimo de atención a su antiguo amigo por fin. He de reconocer que se lo he hecho pasar muy mal al hombre misterioso, y a veces me sentía un poco culpable cuando le rogaba a mi amiga que volviera a ser como antes, pero bueno, al fin y al cabo yo me merezco más su amistad que ese hombre.
La parte mala de todo esto es que me he ganado muy mala fama entre los conocidos de mi amiga, todos se enfadan conmigo e incluso lloran con el hombre misterioso cuando se dan cuenta de que estoy ahí, de hecho, hasta me han bautizado, y tras quince años de vida inseparables con mi amiga, puedo sentirme orgulloso de llamarme Alzheimer. 

Comentarios