LA DECISIÓN
Era
junio. Principios de junio. María estaba feliz, ya llegaba el verano, el calor,
la playa, la fiesta y las risas. Una noche estaban ella y sus amigos en casa de
Silvia, su mejor amiga desde siempre. Estaban todos bailando y riéndose.
María llevaba unos días encontrándose mal,
casi una semana, pero no dijo nada a nadie porque pensaba que sería algo
pasajero. Hasta que, en la fiesta le entraron muchas ganas de vomitar y fue corriendo
a pedir ayuda a Silvia. Al final, terminó contándole que llevaba así más de lo
normal así que, Silvia le dijo que fuera al médico y hablando un rato más, a
Silvia se le ocurrió una cosa. Pero no. No podía ser. Era imposible. María notó
que a su amiga le preocupaba algo, por lo que le preguntó y ella le dijo: “No
creo que tenga razón, pero… ¿puede ser que estés embarazada?” María le
respondió que no, ni siquiera se lo planteó.
Pasaron
los días y ella seguía igual. Por fin decidió ir a la farmacia y comprarse una
prueba de embarazo, la hizo y… efectivamente estaba de tres semanas. Se quedó
perpleja y fue corriendo a contárselo a su amiga y después a su novio, Sergio,
pero con miedo de lo que él pudiera decir. Le costó asimilarlo, pero al final
llegó a la conclusión de que no era lo peor que podía pasarles. Al fin y al
cabo, llevaban juntos ya dos años, desde cuarto de la ESO, por ello Sergio le
dijo que la apoyaría en lo que decidiera hacer. María en el fondo lo tenía
claro, ella quería seguir con el embarazo y sacar adelante al niño que ahora
llevaba dentro. Sus padres se enteraron ese mismo día y al ser una familia muy
religiosa, no les hizo ninguna gracia, pero ellos lo tenían igual de claro que
su hija en cuanto a la decisión
Al
cabo de dos meses ya se le iba notando la tripa. A veces se sentía perdida y
empezaba a dudar. Era muy complicado, llevaba ya gran parte del verano
embarazada y no se quería imaginar cómo sería empezar así segundo de
bachillerato. Además, tenía miedo de no saber cómo ser madre. Iban pasando los
días y las semanas y ya estaba acostumbrada, lo tenía asimilado y tenía muchas
ganas de conocer al que le acababan de decir que iba a ser un niño. Ahora tenía
que pensar su nombre.
Había
terminado el verano y llegó septiembre y con él, el último curso del colegio.
Por lo menos Sergio, Silvia y ella estaban en el mismo. Fue una época muy dura,
maría estaba cansada muchas veces y eso le impedía estudiar todo lo que
necesitaba y tenía muchos cambios de humor. Después de seis meses llegó el día.
Fue al hospital con sus padres y su novio. En ese momento se le pasaron un
millón de cosas por la cabeza. Estaba muy nerviosa. Al poco tiempo, el bebé ya
estaba fuera y verle por primera vez fue el momento más feliz de su vida, sin
ninguna duda. Ahí se dio cuenta de que todo había merecido la pena. María había
aprendido que puedes conseguir lo que te propongas si lo haces de corazón y
ahora le iba a enseñar eso tan importante a su hijo.
Patricia
Machuca Zaldívar. 1ºBACH. Mayo de 2018
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