COMO
UN CUENTO DE HADAS
Entonces le conocí,
todo parecía un cuento de hadas, que guapo era, fue un flechazo a primera
vista… Espera, ¿No sabéis de quién estoy hablando?, ¿Qué tampoco sabéis ni
quién soy yo? Bueno yo llamo Meg, para los amigos, y saber saber no sé ni yo
quién soy así que comencemos por el principio para que me podáis entender.
Yo nací el 4 de agosto
de 1981 en View Park, Windsor Hills, un barrio de Los Ángeles. Mi madre se
llama Doria y es profesora de yoga además de afroamericana. Mi padre se llama
Thomas y es director de fotografía aunque ya no trabaja mucho en ello. Mi niñez
fue bastante típica de una niña americana nada que destacar. En cuanto a mi
adolescencia fue también muy normal, pero en esta época me di cuenta que mi
pasión era actuar y me dediqué a ello profesionalmente.
Mi carrera de actriz se
puede decir que comenzó hacia el año 2006 creo recordar cuando debuté en un
episodio de la serie ¡Allá tú! A partir de ahí, me empezaron a ofrecer aparecer
en varias series y películas y así fue. Mi último trabajo fue hace pocos meses
que grabamos una muy buena película que ahora mismo no recuerdo el título pero
era la típica de abogados.
En cuanto a mi vida
personal y amorosa nunca he tenido mucha suerte que digamos. Hace cinco años
que me divorcie de mi ex marido Trevor, el gran productor de cine, y menos mal
que paso lo que pasó porque si no fuera por ese divorcio ahora no estaría donde
estoy.
El caso es que nunca había
encontrado al hombre perfecto, porque todos son muy perfectos hasta que pasan
dos meses y se vuelven unos idiotas, lose por experiencia, pero no sé porque
cuando le vi a él supe que era diferente. Y con él, no me refiero a mi ex
marido sino a mi futuro marido.
Henrry y yo nos
conocimos en Londres cuándo fui a visitar a mi amiga Devora, que resultó
también ser amiga suya, en una cita a ciegas que ella preparó. Nunca había
visto una persona tan buena, graciosa y tan de mi estilo en mi vida. Conectamos
al segundo, y ya se que un inglés y una mestiza no suelen encajar mucho pero
nosotros estábamos hechos a medida.
A partir de esa “cita a
ciegas” no nos separamos. Quedamos todos los días y desgraciadamente yo me
tenía que ir a Canadá para grabar una peli, pero él me acompañó. Todo iba sobre
ruedas, hasta nos fuimos a Bostwana de viaje. Parecíamos un matrimonio.
Y de tanto parecerlo,
en unas horas lo seremos. Sí estáis escuchando bien, en pocas horas me voy a
casar con el príncipe y duque de Sussex, Enrique. Todo esto me parece demasiado
irreal, quién me diría a mí que yo Megan Markle una pobre actriz estadounidense
de familia humilde, me iba a casar con un príncipe inglés.
En pocos momentos voy a
casarme con el hombre de mi vida en la capilla de San Jorge y voy a ser
princesa. Esto si que es un cuento de hadas, todavía no me lo puedo creer, me
da miedo despertar y que todo haya sido nada más que un sueño.
Nada más verle en el
altar me pongo como un flan, no sé qué he hecho para encontrar al mejor
compañero de vida que se puede tener. Todos nuestros familiares están más
guapos que nunca, todo está saliendo perfecto. Ahora mismo me siento en una
nube.
Y sé que hoy en día ya
nadie cree en el amor, nadie cree en los flechazos. La sociedad piensa que todo
en esta vida solamente se hace por interés y que el amor de verdad no existe
solo es un sentimiento que se evapora y desaparece al poco tiempo.
Pero yo no sé la
experiencia de los demás, yo puedo hablar por mí. Y puedo asegurar que los
flechazos existen, el amor también existe porque un sentimiento tan fuerte y
tan singular es fácil de reconocer. Que cuándo encuentras a esa persona que te
hace feliz de verdad no la puedes dejar escapar, y yo no sé si dentro de 20
años seguiré sintiendo lo mismo, con la misma pasión pero lo que sí sé es que
estaré a su lado.
Y mira que lo mío es
más de actuar en series de justicia, pero hoy, y toda la vida seré la
protagonista de la mejor película de Disney del mundo. Porque los cuentos de
hadas sí que existen y no solo son príncipes los que tienen corona.
Victoria Mendoza Velasco
Comentarios
Publicar un comentario