Eres prácticamente mi familia, quizás no nos unan lazos de sangre, ni
vínculos legales, pero tengo la certeza de que este amor es para siempre. No
somos iguales. De hecho somos totalmente diferentes en tantas cosas que es un
milagro que nos complementemos tanto. Pero lo hacemos, y mucho.
Porque eres la prueba de que lo antiguo no siempre es mejor. Lo mejor es lo que tiene y mantiene calidad. Y aunque nuestra relación no tenga muchos años, tiene mucha vida. Pero, entre todos esos cambios, indudablemente hay una persona en mi vida que siempre está a mi lado. Y esa persona eres tú. Eres capaz de levantarme el ánimo en mis peores momentos. Eres sin duda quien más sabe de mí y con quien más risas he compartido, también con la que más feliz he sido.
Me he dado cuenta que no quiero futuro si no es contigo.
Me he dado cuenta de lo que soy capaz de echar de menos cuando hay
kilómetros por delante.
Me he dado cuenta de que no vale de nada conseguir objetivos si no
tienes con quien celebrarlos.
Me he dado cuenta de que hay personas que te enriquecen por dentro. Que
te ayudan a resolver tus problemas y tirar del carro para que sigas
adelante.
Para las que significas mucho más de lo que cualquiera se pudiese imaginar, y que te hacen razonar dentro de tu completa cabezonería.
Para las que significas mucho más de lo que cualquiera se pudiese imaginar, y que te hacen razonar dentro de tu completa cabezonería.
Me
he dado cuenta de que hay personas a las que
siempre tienes algo nuevo que contarles, que nunca se te acaban los temas de
conversación, con las que ya te acostumbras a convivir, y no sabes hacerlo sin
ellas, o no quieres.
Que una verdadera amiga se enfada como un padre, se preocupa como una madre, y te defiende como una hermana.
Que una verdadera amiga se enfada como un padre, se preocupa como una madre, y te defiende como una hermana.
Pero
también gracias.
Porque cuando ni yo me entiendo tú me entiendes.
Gracias por seguir ahí a pesar de todo.
Porque soy capaz de contar contigo para todo.
Gracias por esos mensajes de "¿qué tal tu día?" o "en cuanto llegues a casa me mandas un mensaje".
Porque cuando ni yo me entiendo tú me entiendes.
Gracias por seguir ahí a pesar de todo.
Porque soy capaz de contar contigo para todo.
Gracias por esos mensajes de "¿qué tal tu día?" o "en cuanto llegues a casa me mandas un mensaje".
Pero también te das cuenta que a veces sobran las palabras y un abrazo
es lo único que cura.
Tengo absoluta admiración hacia las personas que saben en qué momento
abrazarte, cuándo estar en silencio y cuándo decirte la palabra justa en el
instante oportuno.
Existen personas que confían en ti, en lo que haces y en lo que eres
capaz de conseguir. Personas que te animan hasta que alcanzas ese sueño que
tienes en mente, que te dicen la verdad aunque duela y que te abrazan cuando
casi no puedes parar de llorar.
Me encantan quienes te enseñan que es necesario celebrar cada paso hacia delante y que te acompañan en tus pasos hacia atrás.
Me encantan quienes te enseñan que es necesario celebrar cada paso hacia delante y que te acompañan en tus pasos hacia atrás.
Que una persona como tú, dispuesta a hacer lo que sea para poner una
sonrisa en mi cara, vale la pena mantenerla cerca.
Personas que, al fin y al cabo, merece la pena haber conocido y que hay
que cuidar y mantener, para siempre.
Cuídalas. Porque son de las pocas cosas en la vida que si las cuidas
bien, las tendrás para siempre.
Alicia Ordóñez Teba 1º de Bachillerato A
Me ha gustado mucho tu relato Ali!!
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