EL
NÁUFRAGO
Hola, mi nombre es
Abdul, tengo 16 años y soy el mayor de mis 5 hermanos,
Nací en un pueblo de
Indonesia, en una familia donde casi no teníamos para comer. Desde hace mucho, vivimos
solos con nuestro padre, debido a que hace 7 año, sufrimos un terrible
terremoto donde mucha gente perdió a sus familiares, casas, amigos…..y por
desgracia nuestra madre se encontraba entre los fallecidos.
A partir de ese
momento, me tuve que poner a trabajar para ayudar a mi padre a salir adelante.
Encontré un trabajo de
pescador, en el que me pasaba días, noches, horas y más horas. Esto se
convirtió en mi rutina, vivía desanimado, sin ganas de hacer nada, lo único que
me ayudaba era leer, era la forma de despejar mi mente y viajar a otros
lugares, de sentirme vivo otra vez imaginando que mi vida era como ese libro
que tenía entre mis manos.
Una mañana como otra
cualquiera, me levanté para ir a trabajar, pero yo no sabía lo que me esperaba.
Tras una media hora de camino al trabajo, me subí en mi balsa de pesca de
madera con una cabaña en la parte superior, la cual estaba anclada por una
larga cuerda que finalmente se cortó por los fuertes vientos que se estaban
produciendo y me enviaron a la deriva del océano.
Pasaban los días y me
iba quedando sin suministros, por lo que tuve que hacer fuego para poder comer
caliente, tuve que beber agua del mar… y muchas otras cosas que nunca nadie
piensa que las va a hacer.
Cada vez que veía un
gran barco, tenía esperanzas de que me vieran y salir de aquella pesadilla,
pero más de 10 barcos pasaron y ninguno se detuvo, ni me vio.
Las esperanzas que
tenía iban desapareciendo a medida que pasaban los días, las semanas… me iba
quedando sin fuerzas y en algún momento llegué a pensar que ya no volvería a
ver a mi familia y me culpaba por ello una y otra vez, pero en esos momentos de
debilidad pensaba en mi madre y en los muchos consejos que me dio para superar
los momentos de angustia, de miedo, de dolor y eso me daba fuerzas para seguir
intentándolo.
Mi familia y todo el
pueblo perdieron la fé y ya me daban por muerto. Hasta
que después de estar casi más de 1 mes naufragando, fui rescatado por un barco
de salvamento marítimo, casi medio muerto me subieron al barco y en ese
instante volví a sonreír al pensar que iba a estar de nuevo con mi familia.
FIN.
Berta Eguidazu
Lohmüller, 1º Bachillerato-A .
Escrito el 11/2018
Comentarios
Publicar un comentario