PEQUEÑOS DETALLES
Simba y Nala, para muchos estos son solo los
nombres de los protagonistas del Rey León para mí es mucho que eso. Todo empezó
un día cualquiera , en el 2011, yo salía
de clase a las cinco de la tarde y en la puerta del colegio se encontraban mis
padres y mi hermano esperándome para recogerme. Íbamos a un sitio en el que
poder dejar nuestras mascotas para verano o eso creía yo , me subí al coche y
al cabo de media hora llegamos a ese lugar del que os hablaba . Me sorprendió
bastante el lugar, era un jardín enorme lleno de flores .
Nos acercamos a un señor con intención de preguntarle si tenían hueco
para mis mascotas , me miró y me preguntó “Tú eres la del “Beagle o la del
Shitzu” , en ese momento fruncí el ceño y segundos después sonreí. No sabía que responderle. Me siguió
mirando fijamente y le dije Shitzu simplemente porque me gustaba más pero no me
estaba percatando de nada .
Entramos en una sala en la que había dos
cachorritos y ahí estaba él , ahí fue la primera vez que que lo ví , la
primera vez que lo toqué , la primera vez que lo abracé.
En ese mismo instante me di cuenta de que iba a ser para mi , no pude evitar llorar de
alegría.
Lo
llevamos a casa con nosotros y la primera noche no fue la mejor de todas que se
diga, tenía mucho miedo y yo no sabía que hacer para calmarle, así que
simplemente me quedé despierta toda la noche junto a él , yo no era consciente
de que por fin tenía lo que siempre había querido, para muchos un simple perro
para mí un miembro más de la familia.
Él me alegra todos los días con pequeños
detalles aparentemente te sin importancia ,como
recibirme lleno de alegría cada vez que llego a casa, aunque hayan sido
solo diez minutos y que parece que a él
se le han hecho eternos , o esos momentos en los que tiene miedo por una
tormenta o por el ruidos de los petardos y viene corriendo hacia mi con esa
mirada asustadiza y con el rabo entre las piernas o esos momentos en los que me
trae la pelota para jugar una y otra vez deseando que el juego nunca termine.
Tres meses más tarde de la llegada de Simba la vida me volvió
a sorprender ,un día normal como otro cualquiera fuimos al veterinario a una
revisión , cuando fuimos a pagar ,junto al mostrador estaban los animales que
estaban en venta, vimos una perrita de la misma raza que Simba y pedimos que
nos las sacaran para cogerla, el dependiente nos contó que tenía la pata rota y
que al acercarse al verano tendría más posibilidades de que nadie la cogiera .
No sé cuanta gente la vio antes que nosotras
pero en el momento en que nosotras la vimos y nos contaron su situación nos enamoramos de ella
y nos la quisimos llevar en ese mismo instante, y así fue, en tan poco tiempo
tuvimos otro miembro más en la familia,
fue inesperado y diferente.
Ese mismo día por asuntos familiares no nos la
podíamos quedar me puse a llorar y a
pensar que pasaría si nadie la cogía, pero a la semana siguiente me dieron la
buena noticia de que nos la podíamos quedar y fuimos corriendo a por ella .
Ahora si que si ya es mía, ya es mi nueva perrita Nala.
Simba y Nala son totalmente diferentes, física
y personalmente, Simba es más grande de lo normal y Nala mas pequeñita , Simba
siempre quiere jugar , en cambio, Nala es la perra más vaga que conozco, él
siempre se asusta por muchas cosas cuando a Nala no la he visto asustada nunca
y cuando toca ir de paseo Simba siempre
va hacia la puerta y Nala sale corriendo hacia el lado contrario, son así de
diferentes y eso hace que me gusten más.
Hace mucho me di cuenta de lo importante que
eran para mí y de lo leales , cariños , protectores
y adorables que son y que no cambiaría ninguno de esos días por nada .
Más adelante me enteré de que unos amigos míos
ya sabían que me iban a regalar un perro lo que no sabían era que me iban a
cambiar la vida.
Gabriela Bach
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