SHAOMI
Y una vez más mi sudadera está siendo
pisoteada, mis zapatos están en un charco, llenos de barro, y yo en el suelo
sin poder hacer nada porque mi cuerpo ya no siente dolor ni reacciona.
No soy una persona conformista,
siempre quiero más de lo que tengo y siempre me exijo más de lo que puedo, soy
egoísta y egocéntrico, y aunque no tengo problemas económicos jamás me gastaría
un duro por alguien que no fuera yo. Tengo una mujer que dice estar enamorada
de mí y una hija, la verdad es que no entiendo nada ¿tan mal me he portado como
para tener una hija?
Camino insegura, como siempre, cada
paso que doy es una multiplicación constante de mis latidos; cada vez camino más
despacio. No quiero llegar, tengo miedo.
Llego a casa cansado de trabajar,
trabajo 10 horas al día, es lo mínimo que puedo hacer para tener el sueldo que
tengo. Lo primero que veo nada más llegar es a mi hija, sentada en el porche.
Mamá ha salido a comprar arroz para la
cena y mi padre no me deja quedarme sola en casa, así que cuando mi madre sale, salgo al porche y
espero. Cuando veo a mi padre llegar se me para el corazón, le saludo.
La ignoro y entro en casa y no me
puedo creer lo que veo, otra vez los zapatos llenos de barro cuantas veces la
habré dicho que no juegue fuera habiendo llovido antes.
Veo la cara de mi padre cuando ve los
zapatos, y ya se lo que toca; se gira furioso y yo me arrodillo, no tengo que
mirarle para saber que ya está levantando la mano y soltando todo el estrés
acumulado del día en mí. No para de gritarme mientras me golpea pero yo ni me
inmuto, no contesto solo escucho y aguanto.
Llego al porche de la casa y oigo
gritos llamo al timbre pero no me abren, saco las llaves de la bolsa lo mas rápido
que puedo; estoy temblando se me caen las llaves al suelo y cuando me agacho a
recogerlas me quedo paralizada mirando a mis pies, hace unos 3 grados en la
calle, anoche llovió por lo que esta todo encharcado y lo único que llevo son
unas chanclas usadas que me encontré en la papelera el verano pasado; no puedo
permitirme nada mejor que esto ya que el poco dinero que me da mi marido me lo
gasto en Shaomi. Quito la mirada de mis pies rápido y vuelvo a la realidad,
consigo meter la llave en la cerradura y abro la puerta rápido, cuando entro no
se reaccionar.
Mamá no tarda en llegar a casa justo a
tiempo para que papá no me deje inconsciente. Mamá se mete en medio y termina
con mi sufrimiento, no creo en Dios pero a puesto lo que quieras a que mi madre
sería el Dios mas bueno y bondadoso, nunca podré compensarla todo lo que hace
por mí, siempre me protege y el poco dinero que le da papá se lo gasta en
comprarme ropa, que sí, que en el cole se ríen de mi por los “trapos” que
llevo, pero ellos no saben lo que esos “trapos” significan para mí.
Grito a mi marido para que deje de
golpearla pero parece que no me escucha, a mi me tiembla la voz, debería estar
acostumbrada a ver esto pero no puedo , se me rompe el corazón más y más cada
vez que la miro, me meto en el medio se
lo que esto con lleva ,mi marido deja a Shaomi en paz y la dice de irse a su
cuarto esta se levanta y sin levantar la mirada sale corriendo y yo detrás de
ella.
Corro hacia mi cuarto no quiero mirar
atrás por miedo a que mi padre cambie de opinión; casi no puedo ni andar me
tiemblan las piernas, escucho los latidos de mi corazón retumbando en mi
cabeza un dolor punzante sale de mis
costillas es como si todavía me siguiera pegando llego a mi cama y caigo
rendida sobre ella
Sigo a Shaomi ignorando los gritos de
mi marido y me encierro con ella en el cuarto, esta tumbada bocabajo en la cama
la incorporo, y no os miento cuando digo que chorrea sangre, no me puedo creer
lo que veo nunca la había visto peor y todo por unas dichosas zapatillas,
intento pararle la sangre que sale de su nariz la cambio de ropa y la limpio la
cara, paso el papel con agua por su ojo y
ella me regala una sonrisa, os prometo que nunca entenderé a esta niña, ¿como
se puede ser tan fuerte con tan solo 15 años? Se me escapa una lágrima y la
devuelvo forzosamente la sonrisa.
No tardo en oír los gritos de mis
padres, están discutiendo por mí, estoy harta de causarla problemas a mi madre,
ella lo da todo por mí y yo no hago más que meterla en líos. A lo mejor sería
mejor si todo esto se acabara, total, ¿a quién le importa la vida de una niña
asiática?
Marta del Piñal. Noviembre 2018. 1ºBachillerato A
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