EL
VIAJE DE MI VIDA
¡Estoy hasta las narices!, siempre es lo mismo, le
grito a papá. Estoy cansada de rezar siempre 5 veces al día y de ayunar en
Ramadán. Papá me dice que así es nuestra religión y que tenía una sorpresa para
mí y para mamá y que esta noche cenando nos la diría. Llegada la cena le
pregunte que cual era la sorpresa, esta era un viaje a Riad.
Estos días de atrás
había estado pensando en dejar el islam, pero esto, me daba miedo, ya que esto
en mi país está castigado con pena de muerte y a mis padres no les va a parecer
bien, pero ya que NO puedo estudiar ni trabajar en mi país, quiero ser libre y
estudiar y trabajar como yo quiera.
En el momento en el que papá nos dijo lo del viaje, me quedé
un poco en blanco porque me vino a la cabeza lo que había estado pensando los
días anteriores, y me pareció una buena oportunidad para llevarlo a cabo. Le
dije a papá que Riad molaba mucho y que cuándo nos íbamos, él me respondió:
¡MAÑANA!
¡Lo tengo! Intentaré irme a Australia. Lo tengo todo
planeado, coger mi pasaporte, cogerle dinero a mi padre y comprarme un billete
con destino a Sídney. El único viaje a Sídney tiene escala en Bangkok, me dice
la recepcionista. Yo le digo que vale, que lo quiero. Ya estamos en la puerta
de embarque para nuestro vuelo a Riad y aprovecho un despiste de mis padres
para salir huyendo y poder irme a Australia.
Siento tristeza por dejar a mis padres directos y la vez
tranquilidad porque tenía miedo de que mis propios progenitores me mataran por
dejar el islam.
9h y 45 min después, aterrizamos en Bangkok, cuando bajo del
avión noto que al instante tengo pegajoso el cuerpo, maldita humedad, pienso.
Cuando llego a la terminal del aeropuerto.
Cuando llego a la terminal hay un hombre que me dice que
trabaja en la embajada de Arabia Saudí. Me pide el pasaporte para obtener una
visa tailandesa y se va. Pasaron las horas y no le volví a ver. Paso la noche
en el hotel que tiene el aeropuerto porque el vuelo no sale hasta mañana.
Toc! Toc! Llaman a la puerta, veo a través de la mirilla y
veo a 5 policías tailandeses. Les pregunto sin abrir la puerta que qué quieren
y me dicen que me van a detener y devolver a Arabia Saudí. Decido poner el
pestillo y encerrarme para pensar alguna solución.
Se me ocurre la idea de abrirme una cuenta de Twitter y
grabarme explicando todo lo que ha pasado y lo que pasaría si volvía a Arabia
Saudí, también exigía dialogar con la ONU, más concretamente con “La Agencia de
la ONU para los refugiados”, también llamada ACNUR.
Pasaban las horas y yo veía que cada vez más gente estaba
retwitteando mis vídeos y mi nombre se había convertido en “Trending Topic”.
Al día siguiente vuelven a llamar a la puerta y veo que es
una chica, no tiene rasgos asiáticos, por lo que decido abrirla, es una
periodista que decide atrincherarse conmigo para protegerme.
Me comenta que algunos abogados tailandeses han presentado
una orden judicial para prevenir mi deportación. A continuación, me dice que
esto no ha dado resultado y que el gobierno ha programado mi vuelta a Arabia
Saudí para dentro de dos días.
Pasa otro día, la periodista me pone en su teléfono una rueda
de prensa del gobierno tailandés en directo. El portavoz del presidente ha
dicho ¡QUE NO ME VAN A DEPORTAR! Un espíritu de tranquilidad y alivio recorre
mi cuerpo a la vez que se me escapa alguna lágrima.
La ONU me puso un abogado al que conozco unos días después,
el cual me dice que mis Tweets han tenido un gran papel para evitar la
deportación y que no solo ha sido gracias a los vídeos, también ha sido posible
gracias a las millones de personas que han compartido mi caso.
Una semana después recibí una grata noticia. ACNUR me va a
dar asilo en Toronto. Salto de alegría, no me lo puedo creer, abrazo
fuertemente a la periodista que había estado conmigo todos estos días y me
dispongo a hacer las maletas para ponerle fin a lo que es EL VIAJE DE MI VIDA.
David Cardena Ledesma 1ºB 06/02/2019
Espectacular relato
ResponderEliminarNada mal, muy entretenido
ResponderEliminarEres un ejemplo de superación para todos los que van al GYM. Paciencia y sosiego. Poco a poco iran naciendo esos musculitos.
ResponderEliminarSuerte y animo David!
Deja ya de jugar al battle royale y ponte a eCribir mas relatos. Despues de tanto tiempo intentando convencerte para hacer un relato sobre esto, has seguido mi consejo.
ResponderEliminarViva España.
Pd: de que va el relato