UNA MALA DECISIÓN
Me desperté a las a las 6:30 de la mañana para ir a la
universidad como todos los días, metí la ropa en el baño y encendí la ducha,
mientras esperaba a que se calentase el agua me iba desvistiendo, puse la música
y empecé a cantar como todos las mañanas, no podía hacer todo con tanta calma
asique me vestí, me prepare ese café con leche que tanto me gustaba y salí de casa.
Cuando llegué a la universidad vi a mis mejores amigos Carlos, Lorenzo y Cristina, me acerqué y me
contaron que tenían pensado salir esa noche de fiesta a mi me parecía perfecto,
hacía mucho que no salía con tanto examen.
Fuimos a la discoteca a la una de la mañana, cuando
entramos vimos a mucha gente conocida, nos lo estábamos pasando genial entre
música amigos y alcohol.
Mientras estábamos
bailando Cris y yo vimos a a Lorenzo haciéndonos señas con intención de
que fuéramos junto a él, nos acercamos y nos dirigió hacia el baño, sacó unas
pastillas de su bolsillo añadiendo "mirad lo que tengo, esta va a ser
nuestra noche" mi amiga
inmediatamente dijo que no, pero sin embargo yo me quede dudando.
-Ni se te ocurra tomarte una de esas pastillas dijo
ella
A lo que contesto Lorenzo "No seas aguafiestas Cristina,
es solo una noche"
-Es verdad dije yo por una noche no va a pasar nada,
nos lo vamos a pasar genial.
Cristina salió del baño a la vez que Lorenzo y yo nos
metíamos la pastilla en la boca.
La pastilla nos hizo efecto , y a las 7 de la mañana
salimos de la discoteca, lo primero que vimos fue un coche abierto y una señora
metiendo algo en el maletero , nos miramos con esa cara de complicidad
,asentimos con la cabeza y fuimos corriendo hacia él, lo cogimos sin pensar en
las consecuencias, cuando arrancamos la señora persiguió el coche durante unos
minutos llorando y gritando , pero a nosotros nos daba igual , en ese momento
la cabeza nos daba vueltas y todo nos hacía gracia, además tampoco nos parecía
para tanto era solo un coche.
Nosotros seguimos en el coche sin ningún rumbo, con música a tope y las
ventanillas bajadas, estábamos muy contentos, riéndonos por cualquier chorrada
hasta ese preciso instante, ese preciso instante que lo cambió todo .
A media hora de
trayecto escuchamos una risita en la parte trasera del coche, frenamos
de golpe y giramos la cabeza a la vez y
ahí lo vimos, era un niño de 3 años, en ese momento se nos paralizó el corazón,
no sabíamos que hacer, nuestra diversión y nuestro robo de un coche de repente
se había convertido en el secuestro de un niño ahí entendimos que la madre no
lloraba por un simple coche.
No nos habíamos
planteado nunca esa situación, estábamos muy asustados asique optamos
por la solución más cobarde, huir.
Salimos del coche y nos fuimos corriendo dejándolo en
una carretera por la que no pasaba nadie.
Andamos durante bastante tiempo, lo suficiente para
que no nos pudieran relacionar con aquel robo.
A las 10 horas la policía me cogió, fui acusada de
asesinato, el niño que estaba dentro del coche falleció a las 3 horas por un
golpe de calor.
Se me partió el corazón, lágrima tras lágrima caían
sobre mis mejillas, no podía creerme lo ocurrido, como fui tan imbécil, por mi
diversión un niño había perdido la vida.
La policía me agarró con fuerza los brazos y me puso
las esposas.
-¿y con Lorenzo que pasó?
Hace 8 años, desde el día que me encerraron entre estas 4 paredes que no sé nada de él.
Pero espero que se sienta igual de mal que yo , porque
yo no hay día en el que no piense en lo que hice , en que ojalá hubiera hecho caso a mi amiga Cristina aquel día y no haber tomado esa maldita pastilla, ojalá hubiera escuchado lo que
decía aquella madre llorando desconsoladamente
persiguiendo el coche, ojalá no hubiera tomado la decisión de dejar el
coche abandonado con el niño dentro y ojalá por mi culpa una madre no hubiera
perdido lo que más quería.
¿Y tú? ¿Tú porque estás en la cárcel?
Gabriela
Bach Encinas
1ºA
Gran relato. Muy bonito y emocionante💗
ResponderEliminar