Carlos Virumbrales (Muerto en vida)




MUERTO EN VIDA


Mi nombre es Jon-Paul y tenía 10 años cuando me ocurrió. Algunos conoceréis a mi primo, Steven Gerrard, una leyenda del Liverpool…


Os pongo en situación, 15 de abril de 1989. Mi padre y yo nos dirigimos a Sheffield para ver las semifinales de la FA Cup que enfrentaba al Liverpool y al Nottingham Forest. Tras un largo trayecto de viaje llegamos a Sheffield, había mucho ambiente, estaban las calles a abarrotar de hinchas del Liverpool. Pasamos la mañana por la ciudad con los hinchas del Liverpool, había demasiados pero muchos de ellos no tenían entrada. Cada vez iban más borrachos y los cánticos eran más continuos.


LLegó la tarde y fuimos al estadio, el estadio de Hillsborough. Entramos con bastante antelación para evitar cualquier problema, pasamos los típicos barrotes de los estadios ingleses y nos dirigimos a nuestro fondo, el fondo del Liverpool.


Todavía no estaban ni los jugadores cambiados, seguían dando los paseos de reconocimiento del terreno de juego. Empezó a entrar poco a poco la gente, había muchísimo ambiente algo que nunca había visto.


Por fin, estábamos a pocos minutos de que empezase el partido, no parábamos de cantar y ondear las bufandas. Ya salían los jugadores y el campo repleto se vino arriba y cada vez tenía más nervios. Empezó el partido y yo estaba feliz, viviendo la mejor experiencia futbolística de mi vida.


Todo era muy bonito dentro, pero fuera del estadio se inició el comienzo de la tragedia. Los alrededores del fondo del Liverpool estaban repletos de gente sin entrada, que en estado de embriaguez la empezaron a liar. Primero empezaron a pegarse, lanzarse botellas de alcohol, etcétera. Pero eso fue lo mínimo, empezaron a tirarse todos contra las vallas de acceso al campo, cada vez se unía más gente y con más fuerza. Llegó un momento que las vallas cedieron y por culpa del mal control policial que había empezaron a meterse todos los aficionados a la grada como borregos.


Mientras el partido continuaba, mi padre y yo desde la primera fila empezamos a escuchar gritos de la gente de atrás nuestra. Nos giramos y fuimos conscientes de la que se nos venía encima. Todos los aficionados habían entrado formando una avalancha brutal que nos empujaban a todos los de las primeras filas contra las vallas que separaban el césped de las gradas.


Cada vez notaba más fuerza sobre mi pequeño cuerpo de 10 años recién cumplidos, mi padre intentó protegerme pero parecía imposible. Tras poner un poco de resistencia acabamos pegados a la valla e inmovilizados. Ya era demasiado tarde, no podía respirar, cada vez me empujaban mas y mas. Empecé a marearme por la falta de aire y solo escuchaba la voz de mi padre que decía: ``Aguanta hijo, aguanta´´.


Mi cuerpo y mi alma de repente se separaron, poco a poco iba subiendo al cielo mientras veía como más y más gente se axfisiaba y en ese mismo instante vi como mi padre dejaba de respirar y subía hacia mi mientras su cuerpo estaba aplastado junto al mío.


Un montón de personas ascendían lentamente a la par que mi padre y yo, mientras veíamos a la gente como sufría en las gradas.


Hoy en día ya no vivo pero estoy muy presente en la Tierra gracias a mi primo Steven. Mi muerte le dio fuerzas para convertirse en una leyenda del Liverpool. Cada partido y cada gol iba dedicado a mi, a su primo pequeño.


Ese día, el 15 de abril de 1989, pasó a la historia como la tragedia de Hillsborough con 96 aficionados del Liverpool fallecidos y unos 500 heridos. Todos los partidos en mi querido Anfield se canta al empezar el mítico himno ``You´ll never walk alone´´ en honor a los que perdimos la vida ese día.


Gracias al Liverpool y a mi primo me mantengo muerto en vida.


``Fue duro saber que mi primo estaba allí, ver el dolor de su madre me ha convertido en el jugador que soy hoy´´ -  Steven Gerrard.


Carlos Virumbrales Caballero, 1ºB. 15 de mayo del 2019





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