LA
PRIMAVERA
Tristes, decepcionados, cabizbajos… estos son
algunos de los adjetivos mediante los cuales podemos explicar la sensación que
tenía la gente en ese momento. Todo esto se remonta a un tiempo pasado.
Se suponía que iba a ser el modelo con el que todos
soñábamos, con el que se alcanzaría la igualdad, libertad… pero sin embargo
estaba ocurriendo justo lo contrario. Aquel que reclamase libertad o algún
derecho sería duramente castigado, y en cuanto a la igualdad, era totalmente
inexistente.
¿Porque nos hacían esto? Era lo que todos nos
preguntábamos, pero nadie encontraba una respuesta. No sabíamos la razón por la
que debíamos sufrir en este mundo que se había convertido en un infierno y los
mismos gobernantes que nos habían prometido cosas como la libertad, igualdad,
prosperidad… no nos daban ninguna explicación.
No quería ver a mis hijos sufrir de este modo, no
quería seguir viviendo de este modo, por lo que pensé en huir, pero al poco
rato me di cuenta de que esta idea iba a ser imposible. A muchos se le había
ocurrido antes, y todos habían fracasado de uno u otro modo.
Y llegó el momento en el que todos estábamos hartos,
en el que no aguantábamos más mentiras, más sufrimiento ni más dolor. Ese día
salimos todos a la calle sin pensárnoslo dos veces, ese día salimos a reclamar
la libertad de todo lo que nos habían privado, ese día salimos a reclamar una
vida digna para nosotros y para los nuestros.
Pero después de días e incluso meses de lucha, todo
esfuerzo terminó sin servir para nada. Las tropas soviéticas ocuparon nuestro
territorio y terminaron con nuestras esperanzas de cambio.
La primavera de Praga había sido un fracaso.
Juan Simón
Cánovas del Castillo Morilla, Nº5, 1ªA.
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