(Hasta el fondo de la espiral)




HASTA EL FONDO DE LA ESPIRAL

Qué has hecho conmigo. Dónde me has dejado. Desde el momento en que llegaste supe que no sería fácil soltarte. Llegaste cuando estaba rota, hundida, vacía. Y por momentos me hacías sentir mejor. Más segura. Más libre. Me ayudabas a olvidar, o más bien ignorar, mis problemas. Y por momentos todo eso me bastaba.

Y yo no entendía todo lo que me decían. Por qué querían que te dejase cuando eras lo único que me ayudaba. O eso creía yo. “Te está destruyendo” “Vas a acabar muy mal como sigas así” “Tienes que dejarlo” me decían, pero yo les ignoraba. Eras siempre mi prioridad y yo nunca quise escucharlos.

Y la verdad es que no sabía cuánto me habías marcado hasta que me di cuenta de que no podía hacer nada sin ti. Que siempre tenía que tenerte a mi lado o no sería capaz de seguir adelante.

Poco a poco todos se fueron yendo. “Tienes que elegir” me decían y como tu y yo sabemos siempre te puse por delante de todo. Efectivamente se trata de una relación tóxica, pero la vida me ha tenido que dar muchos golpes para darme cuenta. ¿Pero cómo iba a hacerlo si en cada caída ahí estabas tú?

Has sido un fiel compañero todo este tiempo que parecen ser ya años. Me acuerdo al principio, que eras mi escape, un capricho que me hacia sentir mejor y eso es lo que me enganchó. Y con los años eso no ha hecho más que aumentar. Cada tropiezo o victoria siempre iba a ti el primero.

Pero cuando empezaron a ser todo caídas y bajones eras tú la única compañía que yo quería tener. Pensaba que tu y yo juntos podríamos con todo lo que el mundo me pusiese en el camino. Pero de todas las malas decisiones que he tomado a lo largo de mi vida fuiste con diferencia la peor.

Y nadie me podrá devolver todos esos años que perdí contigo o todas esas personas que se fueron distanciando de mí. No les juzgo sabes, yo se que fue mi culpa, que me dieron muchas oportunidades (más de las que merecía) y aun así yo no supe aprovecharlas, es más, les apartaba continuamente de mi vida.


Y hasta aquí hemos llegado. Tú y yo. Después de muchas caídas (más de las que puedo contar) aun sabiendo todo el daño que me has hecho sigo sin tener la suficiente fuerza de voluntad para dejarte ir. Lo único que sé es que después de todo aquí seguimos, igual que el primer día, solo que esta vez, en vez de ser mi solución, eres mi final.

Lo que ha acabado conmigo, cada trago que te daba, cada borrachera, me han llevado a tirar todo por la ventana, me han llevado aquí, a estar en una calle que ni conozco, sola, sin nadie que le importe, en el borde del abismo entre la vida y la muerte, que no sé si luchar por vivir y darle una ultima oportunidad o dejar todo atrás, rendirme y acabar de una vez por todas con todo.





Comentarios