ESTAMOS AQUÍ
Año
2315, soy el único ser vivo de mi especie, ya no queda ninguno más y ahora
todos los que nos han matado están llorando y lamentando sus errores. Tanto yo
como mis iguales hemos sido sometidos a duros castigos, hemos sido el resultado
de la crueldad del ser humano. Por fin acabaron con todos nosotros y con
nuestro sufrimiento.
Nuestra
especie está dividida en diferentes clases y somos miles y miles de tipos
diferentes, nos encontramos en distintas zonas geográficas en función de las
cualidades que tenemos, ya que cada uno de nosotros tenemos ofrecemos
cualidades diversas a nuestro entorno y una forma de resistencia característica
innata a nuestra clase. Algunos resistimos temperaturas bajo cero mientras
otros aguantan el calor sofocante.
Nosotros
hemos estado desde casi el principio de la existencia, vimos cómo ha ido
desapareciendo y evolucionando especies, como unas se iban y otras llegaban,
hemos visto todo lo que ha existido en este planeta. Hemos servido de cobijo
para otras especies, donde encontraban casa y alimentos.
Con
la llegada del ser humano, él empezó a darse cuenta de nuestras propiedades y
de nuestros posibles usos, éramos como una mina de recursos infinitos, pero ese
era el gran problema, es que no éramos infinitos, es verdad que somos muchos y
diferentes, pero no somos infinitos. Pero de lo que tampoco se daban cuenta
realmente es que éramos imprescindibles para su supervivencia.
Al
principio, el ser humano comenzó a analizar nuestras utilidades. Empezaron a
descubrir que con una mínima manipulación podían obtener utensilios para cazar,
cocinar. Ellos solo buscaban la manera de utilizarnos, de manipularnos, qué
hacer con nosotros para conseguir su propio beneficio. Más adelante en el
tiempo, los humanos fueron descubriendo nuestros múltiples usos como por
ejemplo la construcción, fabricación de distintos objetos, decoración, siendo
el uso más importante la fuente de calor, ... Pero poco a poco fueron mejorando
sus técnicas para matarnos y nuestros usos fueron variando.
Nosotros
hemos sido sometidos a todo tipo de cosas y hechos, no solo fueron los humanos
quienes nos destruyeron, algunas veces nos veíamos amenazados por cosas como las
causas naturales, los tornados nos arrancaban de la tierra, las tormentas nos
destruían pero lo más dañino son los
incendios que arrasan nuestro territorio dejándonos sin vida ni lugar donde
prosperar durante muchos años.
La
población del ser humano ha aumentado por toda la tierra y cada vez necesitaba más
espacio para vivir, más terreno para sus casas, colegios, hospitales,
carreteras y hemos visto, como poco a poco hemos sido desplazados y
aniquilados.
Nuestra
función es vital para el ser humano ya que además de los distintos usos que el
hombre ha descubierto que tenemos, la más importante y básica es que limpiamos
el aire que respiran, rebajamos la temperatura allí donde nos encontramos
además de servir de alimento para muchas especies.
Nuestra
convivencia en muchas zonas se ha vuelto complicada, en algunos lugares nos
quieren destruir porque nuestra presencia les incomoda por ejemplo para hacer
una carretera, para la construcción de un edificio o porque quieren mejorar sus
vistas.
En
otras zonas, por intereses económicos, se empeñan en que crezcamos en zonas que
no son propicias ni buenas para nosotros, e incluso a veces, nos manipulan con
productos químicos para que crezcamos más rápido o cambiando nuestra propia
naturaleza.
Pero
como siempre el problema principal son los humanos. Nadie parece darse cuenta,
y los pocos que se dan cuenta no son escuchados por las personas que si pueden
hacer el cambio, y estamos desapareciendo poco a poco. Ellos nos destruyen y
cuando queremos repoblarnos, no nos da tiempo.
Cada
año morimos 15,3 mil millones y fue en 2019 cuando se dieron cuenta que un 46%
de nuestra población había desaparecido, eso quiere decir que solo quedábamos 3
billones, lo que son 422 arboles por persona. En resumen, unos 17 millones de
hectáreas aproximadamente desaparecen al año. Esto quiere decir que, más o menos,
en unos 300 años todo habrá acabado y como he dicho antes yo seré el último en
desaparecer.
Pero
aunque todo esto sea muy triste no somos los únicos que estamos desapareciendo,
también están desapareciendo glaciares, animales, y muchas más especies de la
naturaleza. El modo de vida que ha creado el del ser humano, es el arma definitiva que acabará no solo con
todos nosotros, sino que también acabará con ellos.
Lo
único positivo de todo esto, es que gracias a un grupo de gente que se ha tomado
consciencia de este problema, la destrucción de nuestra especie se ha reducido
un poco. El ser humano ha iniciado programas de ayuda y ahora la gente nos
reutiliza y hace algunos pequeños cambios para poder salvarnos. Existen miles y
miles de organizaciones que luchan contra nuestra desaparición, ya que ellos sí
se han dado cuenta del gran impacto que puede sufrir la humanidad si
desaparecemos y es gracias a ellos que sobreviremos un poco más.
Nosotros
somos la vida, el respirar, el futuro de la tierra.
Nicolás Andreu
5/05/2019
Comentarios
Publicar un comentario