Nicolás Andreu (Estamos Aquí)





ESTAMOS AQUÍ


Año 2315, soy el único ser vivo de mi especie, ya no queda ninguno más y ahora todos los que nos han matado están llorando y lamentando sus errores. Tanto yo como mis iguales hemos sido sometidos a duros castigos, hemos sido el resultado de la crueldad del ser humano. Por fin acabaron con todos nosotros y con nuestro sufrimiento.


Nuestra especie está dividida en diferentes clases y somos miles y miles de tipos diferentes, nos encontramos en distintas zonas geográficas en función de las cualidades que tenemos, ya que cada uno de nosotros tenemos ofrecemos cualidades diversas a nuestro entorno y una forma de resistencia característica innata a nuestra clase. Algunos resistimos temperaturas bajo cero mientras otros aguantan el calor sofocante.


Nosotros hemos estado desde casi el principio de la existencia, vimos cómo ha ido desapareciendo y evolucionando especies, como unas se iban y otras llegaban, hemos visto todo lo que ha existido en este planeta. Hemos servido de cobijo para otras especies, donde encontraban casa y alimentos.


Con la llegada del ser humano, él empezó a darse cuenta de nuestras propiedades y de nuestros posibles usos, éramos como una mina de recursos infinitos, pero ese era el gran problema, es que no éramos infinitos, es verdad que somos muchos y diferentes, pero no somos infinitos. Pero de lo que tampoco se daban cuenta realmente es que éramos imprescindibles para su supervivencia.


Al principio, el ser humano comenzó a analizar nuestras utilidades. Empezaron a descubrir que con una mínima manipulación podían obtener utensilios para cazar, cocinar. Ellos solo buscaban la manera de utilizarnos, de manipularnos, qué hacer con nosotros para conseguir su propio beneficio. Más adelante en el tiempo, los humanos fueron descubriendo nuestros múltiples usos como por ejemplo la construcción, fabricación de distintos objetos, decoración, siendo el uso más importante la fuente de calor, ... Pero poco a poco fueron mejorando sus técnicas para matarnos y nuestros usos fueron variando.


Nosotros hemos sido sometidos a todo tipo de cosas y hechos, no solo fueron los humanos quienes nos destruyeron, algunas veces nos veíamos amenazados por cosas como las causas naturales, los tornados nos arrancaban de la tierra, las tormentas nos destruían pero  lo más dañino son los incendios que arrasan nuestro territorio dejándonos sin vida ni lugar donde prosperar durante muchos años.


La población del ser humano ha aumentado por toda la tierra y cada vez necesitaba más espacio para vivir, más terreno para sus casas, colegios, hospitales, carreteras y hemos visto, como poco a poco hemos sido desplazados y aniquilados.

Nuestra función es vital para el ser humano ya que además de los distintos usos que el hombre ha descubierto que tenemos, la más importante y básica es que limpiamos el aire que respiran, rebajamos la temperatura allí donde nos encontramos además de servir de alimento para muchas especies.

Nuestra convivencia en muchas zonas se ha vuelto complicada, en algunos lugares nos quieren destruir porque nuestra presencia les incomoda por ejemplo para hacer una carretera, para la construcción de un edificio o porque quieren mejorar sus vistas.

En otras zonas, por intereses económicos, se empeñan en que crezcamos en zonas que no son propicias ni buenas para nosotros, e incluso a veces, nos manipulan con productos químicos para que crezcamos más rápido o cambiando nuestra propia naturaleza.


Pero como siempre el problema principal son los humanos. Nadie parece darse cuenta, y los pocos que se dan cuenta no son escuchados por las personas que si pueden hacer el cambio, y estamos desapareciendo poco a poco. Ellos nos destruyen y cuando queremos repoblarnos, no nos da tiempo.


Cada año morimos 15,3 mil millones y fue en 2019 cuando se dieron cuenta que un 46% de nuestra población había desaparecido, eso quiere decir que solo quedábamos 3 billones, lo que son 422 arboles por persona. En resumen, unos 17 millones de hectáreas aproximadamente desaparecen al año. Esto quiere decir que, más o menos, en unos 300 años todo habrá acabado y como he dicho antes yo seré el último en desaparecer.


Pero aunque todo esto sea muy triste no somos los únicos que estamos desapareciendo, también están desapareciendo glaciares, animales, y muchas más especies de la naturaleza. El modo de vida que ha creado el del ser humano, es  el arma definitiva que acabará no solo con todos nosotros, sino que también acabará con ellos.


Lo único positivo de todo esto, es que gracias a un grupo de gente que se ha tomado consciencia de este problema, la destrucción de nuestra especie se ha reducido un poco. El ser humano ha iniciado programas de ayuda y ahora la gente nos reutiliza y hace algunos pequeños cambios para poder salvarnos. Existen miles y miles de organizaciones que luchan contra nuestra desaparición, ya que ellos sí se han dado cuenta del gran impacto que puede sufrir la humanidad si desaparecemos y es gracias a ellos que sobreviremos un poco más.


Nosotros somos la vida, el respirar, el futuro de la tierra.


Nicolás Andreu 5/05/2019

Comentarios