Pablo Gómez Noverques (Federico y sus inversiones)


FEDERICO Y SUS INVERSIONES

Es sábado por la mañana, llueve a ratos y no apetece salir, Fede padre de familia aprovecha para buscar algún plan de inversión con poco riesgo para que él, su mujer y dos hijas puedan irse de vacaciones el año que viene.

El último año no pudieron y les prometió a sus hijas que el siguiente verano tendrían las mejores vacaciones de su vida. Lo cual, con su humilde y bajo salario es difícil. Difícil por no decir imposible pero no las quiere decepcionar. No se imagina sus caras al tener que decirse lo, pero todo da un vuelco cuando por arte de magia una noticia aparece, "Mira que famosos han aumentado sus fortunas con las inversiones en criptomonedas". Fede no aguanta la curiosidad y se mete en la noticia. Parece dinero fácil y con poco riesgo, aseguran que en apenas dos meses ya habrás triplicado tu inversión.

Tras pensarse lo un tiempo Fede solicitó más información a través de la propia noticia y en escasos 3 días ya había recibido información de numerosas páginas de inversión online en criptomonedas. Finalmente se decantó por una y realizo el primer depósito de 250€. Con ayuda de Alex, que era el asesor de trading que le había asignado la página de inversión empezó a invertir, tan fácil como comprar y vender rápidamente las criptomonedas, era fácil y multiplicaba su dinero cada día.

Fede estaba ilusionado. En cuanto tenía un rato libre trataba de hacer alguna inversión, iba ganando dinero poco a poco y con la ayuda de Alex en solo un mes había multiplicado por 10 su inversión inicial, mucho más de lo que le habían dicho inicialmente. Tras el primer mes, Fede estaba eufórico, si seguía aumentando su inversión igual, ganaría más con las inversiones que con su propio trabajo así que decidió hacer una segunda aportación, esta vez de 1500€, eran todos sus ahorros.

Todo continuo igual, al segundo mes ya había convertido los 1750€ invertidos en 9500€. Parecía un sueño hecho realidad, con eso ya podría irse toda la familia de vacaciones durante los próximos 5 años y les sobraría para arreglar el coche que llevaba roto desde hacía un par de meses. Pero el mismo día que Fede pretendía retirar el dinero, Alex le hablo de una inversión colectiva en la cuál a mayor aportación, mayores serían los beneficios y lo mejor es que él no tendría que hacer nada, todo lo hacía Alex. Al oír esto, Fede pensó en que sería una buena idea hablarle del negocio a su hermano Lucas porque si invertían los dos juntos los beneficios serían mucho mayores. Ante esta idea, la mujer de Fede, Chelo, se mostró algo reacia ya que ella siempre le decía “más vale pájaro en mano que ciento volando” pero esta dicho chocaba con la ambición de Fede que para tranquilizarla la prometió que esta sería la última inversión pasase lo que pasase.

Tras convencer a su mujer, Fede le explicó a su hermano cómo funcionaban este tipo de inversiones y los grandes beneficios que había conseguido hasta el momento. Lucas lo pensó detenidamente, y teniendo en cuenta el ejemplo de su hermano finalmente accedió y depositó todos sus ahorros. Entre los dos hermanos habían depositado 20.000€ y se les había asegurado un beneficio del 100% en apenas 20 días.

Los días pasaban y los dos hermanos empezaron a elevar su nivel de vida tranquilos porque confiaban plenamente en las inversiones. Llegó el día, el día en el que Alex les llamase y les dijese que ya estaba todo preparado para recuperar su dinero. Pero ese día Alex no llamó y nos respondía al teléfono. Los hermanos pensaban que les habían estafado y la tensión aumentó entre ellos llegando casi a las manos. Estaban desolados, pensaban haberlo perdido todo.

Al día siguiente Fede acudió a su trabajo con cara de pocos amigos, no podía creer que hubiese arruinado su familia y la de su hermano pero como también decía su mujer, “entre la tormenta siempre hay un rayo de luz”, el teléfono sonó, era él, era Alex.
Alex se disculpó y le explicó que el día anterior habían tenido un pequeño problema y este fue el motivo de su ausencia. Pero hay no acababan las buenas noticias, la inversión no había generado un beneficio del 100% sino uno del 150%. Los 20.000 de los hermanos se habían convertido en 50.000€. Por último, Alex le explicó que para retirar los 50.000€, debía hacer un depósito de 5.000€ que correspondían al 10% de impuestos que debía pagar. Ante esto, Fede que no lo podía pagar decidió empeñar el reloj que su difunto abuelo le había dejado en herencia sin avisar a su hermano ni mujer porque no les quería preocupar más.

Fede llegó a casa aquel día y reunió a su mujer y hermano y les dio la noticia de que todo estaba bien y de que en apenas unos días tendrían el dinero. La noticia fue recibida como una bendición, en apenas 24 horas pasaron de estar arruinados a ser más ricos que nunca. La ocasión merecía una celebración a la altura y aquella noche no faltó ni marisco y ni buen vino.

Los días pasaron y Fede no recibía el dinero en su cuenta, trato de comunicar con Alex y fue imposible. Fede buscó en Google su caso y encontró a varios afectados en la misma situación. Se le cayó en mundo entero encima. Fede había arruinado su familia y la de su propio hermano. Aquel rayo de luz que surgió entre la tormenta no era más que un pequeño resplandor.

Fede colapsó, no se consideraba capaz de decirle a su mujer y hermano que los había arruinado y a sus hijas que las había defraudado. Fede pensó que solo tenía una opción, y escribió: “Lo siento, siento haber aparecido en vuestras vidas y haberos traído ruina y malestar. Así que me despido para dejaros vivir vuestras vidas, os quiero. Fede”
Esto fue lo que leyeron Chelo y Lucas desolados tras la llamada de la policía que les comunicaba que Fede acababa de arrojarse desde la quinta planta del edificio en que trabajaba.

Pablo Gómez Noverques Nº18   1ºA 11/19

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