Manuel Chavarren (Las vueltas de la vida)




LAS VUELTAS DE LA VIDA



Una mañana más yendo al máster en el IE, siempre nuestros profesores nos dicen que de aquí saldrán los CEOS de las 4 grandes en consultoría y auditoría. Por la mañana siempre me cruzo con un mendigo en un semáforo que me mira con mala cara al no echarle ni un euro.

Ya he terminado el trabajo de fin de máster y con eso concluyen mis días en el IE, lo echaré de menos. Ahora me toca echar currículums a un montón de empresas y esperar una respuesta que seguro que con mi formación llegará pronto. En menos  de dos  semanas el número de entrevistas me sorprendió. Después de hacerlas todas yo tenia la vista fijada en entrar en una de las 4 grandes y así se cumplió, comencé  a trabajar en KPMG.

Es mi primer día y las cosas por aquí van a un nivel al que tengo que adaptarme o no aguantare mucho en esta empresa, eso me quedo clarísimo. Todo el mundo parece necesitar los informes al minuto de habértelo encargado, esto es un verdadero caos en el que siento la presión como una daga en el cuello constantemente.
Como me fastidia tener que cancelar el viaje de fin de semana que tenía con mi novia Licia pero si quiero escalar en la empresa tengo que quedarme trabajando todo el finde sin parar, que rabia. Menos mal q Lucia entiende lo mucho que me importa este trabajo y de algún modo lo entiende.

Ya llevo tres años en la empresa y tengo que admitir que han sido una mezcla de nervios, estrés y mucho mucho trabajo pero que han sido recompensados con un ascenso algo por lo que he estado luchando con uñas y dientes estos años. Sigo pasando todas las mañanas por el semáforo donde se encuentra el mendigo y sigo sin darle nada de nada.

Ya han pasado 10 años y sinceramente ha salido todo a pedir de boca , voy a casarme con Lucia dentro de pocos meses y ocupo en la empresa uno de los 10 puestos mas importantes lo q me permite poder permitirme lujos como una casa en la finca o poder adquirir el nuevo Porsche 911 turbo.. Quien no ha soñado alguna vez con tener esta vida de ensueño. Ayer pase por el famoso semáforo y para mi sorpresa el mendigo seguía allí y pase delante de él con mi nuevo Porsche y no se me ocurrió darle nada.


En 2008 se produjo la temida crisis a la que yo no tenía ni un poco de miedo ya que no notaría mucho cambio con mi puestazo en KPMG. Pero mi tranquilidad se fue convirtiendo en miedo y ansiedad cuando se empezó a rumorear que  la junta de acciones estaba barajando la posibilidad de destituir a algunos jefes. Mi pesadilla se hizo realidad y antes de empezar el 2009 me encontraba en paro y con un nivel de vida imposible de costearme sin mi sueldo.

En menos de lo que me imaginaba tuve que vender la casa y el coche para poder tener algo con lo mantenernos. Los problemas con la bebida comenzaron porque cuando estaba borracho era el único momento en el que me olvidaba de que lo había perdido casi todo. Lucia termino divorciándose de mi y el divorcio no salió caro, otro problema más al que añadir a la lista.

Ya sin casa ni trabajo me encontraba durmiendo por la calle medio borracho hasta que una mañana pase por delante del semáforo y el mendigo se sobrecogió al verme con esas pintas y ese olor pero no dudó ni un instante en darme un trozo de pan.
Es curioso como yo no le di nunca nada y el me da hasta lo que necesita, ese día me di cuenta que la felicidad no se consigue con coches de alta gama ni casas de lujo sino con gestos de caridad como este.

La razón por la que no menciono mi nombre en ninguna parte de la historia es debido a que esto le puede ocurrir a cualquiera y si crees que esto no te puede pasar es porque no has aprendido nada de esta historia. La próxima vez que veas a alguien necesitado piénsatelo dos veces antes de pasar de largo.

Manuel Chavarren 1ºB, 7 de Febrero del 2020 2º Evaluación

Comentarios

  1. Aporta una muy buena reflexión, gran relato

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  2. Siempre que tengamos una economia estable podremos salir adelante obteniendo credito como apoyo de nuestro emprendimiento

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