EL
PEQUEÑO FERLAND
Hola buenas, soy
Ferland aunque todos me llaman Fer y hoy vengo a contaros mi historia y como he
llegado aquí, un sueño hecho realidad.
Nací el 8 de junio de
1995 en una localidad francesa ubicada a escasos 60 kilómetros de París llamada
Meulan-en-Yvelines. Mi familia era y es muy humilde pero a pesar de ello, a
ninguno de mis hermanos o a mí, nunca nos faltó algo. De origen senegalés; mis
padres llegaron a Francia tan solo 25 años antes de que yo naciera y no resultó
para nada sencillo al principio para ellos pero el esfuerzo y sacrificio que
les llevo a llegar hasta Francia, también les llevo a superarse y a lograr su
objetivo, formar una familia en Francia.
Mi madre es una grandísima
persona, que me enseñó todo lo que se hoy en día acerca de principios y es que
ella siempre anteponía a sus familiares y amigos antes que ella. Y por eso y
porque siempre que podía ayudaba a todos en sus recados y necesidades, era tan
querida.
Mientras, mi padre,
trabajaba en todo lo que podía para traer dinero a casa aunque lo que realmente
le apasionaba era lo mismo que a mí, el fútbol.
Era su deporte favorito
y de hecho, fue él quien me enseño a jugar tan bien y él que me convenció de
que empezase a jugar en un equipo y así fue como empecé a jugar para para el
París Saint-German cuando tenía solo 9 años.
Durante un tiempo, todo
era felicidad y alegría, todo iba bien en casa y yo disfrutaba jugando al fútbol
como nunca. Pero todo cambió. La
situación dio un giro de 180 grados. Mi padre fue diagnosticado con un cáncer
terminal que le acabaría quitando la vida cuando yo tenía 11 años. Tras esto no
sabía qué hacer, solo sentía rabia e impotencia. ¿Qué podía hacer yo ante todo
esto? ¡Nada!, tan solo era un crío.
En ese momento quise
rechazar y abandonar el fútbol porque siempre me recordaba a mi padre. Pero fue
mi familia la que me hizo darme cuenta qué cuando jugaba al fútbol era el único
momento del día en que me veían sonreír y disfrutar, simplemente me hacía
olvidarme de todo.
El fútbol, fue mi
huida. Mi huida ante el sufrimiento que tenía dentro de mí pero que también me
hizo ser más fuerte lo que me ayudaría toda la vida. Mi carrera apuntaba a lo más
alto, jugaba en categorías superiores a las que debería jugar y todo el mundo
confiaba en mí.
Pero una vez más todo
cambió, los doctores venían con una mala noticia de nuevo. Mala o pésima. Fui
diagnosticado artrosis de cadera a los 16 años y las palabras del doctor me
quedaron marcadas para siempre. Me dijo: "Hijo, se que amas el fútbol pero
no vas a poder seguir jugando, es imposible de hecho difícilmente podrás volver
a caminar en un tiempo". Tras estas palabras me derrumbé, quería
desparecer todo lo que tenía era el fútbol y lo iba a perder. Fue una etapa muy
dura para mí pero me prometí a mí y por mi padre que lograría mi sueño de ser
futbolista.
Esta promesa me dio las
fuerzas necesarias para que tras siete meses hospitalizado, saliese y volviese
a andar y con ello volví al fútbol. Pero ningún equipo me quería, mi anterior
equipo me dio la espalda y así el resto de equipos. Todos usaban el mismo
argumento, ¿Quién va a fichar a un jugador que los médicos aseguraban que
difícilmente caminaría de nuevo? Ninguno. Pero ahí llevo el Fc Mantois para
darme la oportunidad que tanto necesitaba, a pesar de ser un equipo de tercera
división francesa me sirvió para dar el salto a otros equipos hasta que
finalmente llegar al Olympique Lyonnais con el cual debuté en Primera División
en 2017.
Ya había cumplido mi
promesa pero solo me quedaba una cosa, cumplir con nuevos retos. Quería fichar
por un equipo mejor y esto paso este pasado verano de 2019 con tan solo 24
años, mi representante me llamó. Me dijo
Ferland tengo noticias de un equipo grande. ¡Me quería el Real Madrid! El
equipo más grande del mundo. Y no tuve dudas. Fiche por el Madrid sin pensarlo
dos veces.
Al llegar fue duro
acostumbrar se pero mis compañeros me ayudaron mucho y
esto me hizo seguir jugando a mi nivel y triunfar en el Real Madrid.
Esta es mi historia,
una historia de madurez, sacrificio y superación. Y aunque posiblemente no sea
un jugador en el que se fijen los niños pequeños, si que me gustaría que
aprendieran mis valores porque con ellos, todo mejoraría.
Yo, soy Ferland Mendy.
Pablo Gómez
Noverques 05/02/20 3ªEvaluación
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