Pablo Gómez Noverques (El pequeño Ferland)




EL PEQUEÑO FERLAND

Hola buenas, soy Ferland aunque todos me llaman Fer y hoy vengo a contaros mi historia y como he llegado aquí, un sueño hecho realidad.

Nací el 8 de junio de 1995 en una localidad francesa ubicada a escasos 60 kilómetros de París llamada Meulan-en-Yvelines. Mi familia era y es muy humilde pero a pesar de ello, a ninguno de mis hermanos o a mí, nunca nos faltó algo. De origen senegalés; mis padres llegaron a Francia tan solo 25 años antes de que yo naciera y no resultó para nada sencillo al principio para ellos pero el esfuerzo y sacrificio que les llevo a llegar hasta Francia, también les llevo a superarse y a lograr su objetivo, formar una familia en Francia.

Mi madre es una grandísima persona, que me enseñó todo lo que se hoy en día acerca de principios y es que ella siempre anteponía a sus familiares y amigos antes que ella. Y por eso y porque siempre que podía ayudaba a todos en sus recados y necesidades, era tan querida.

Mientras, mi padre, trabajaba en todo lo que podía para traer dinero a casa aunque lo que realmente le apasionaba era lo mismo que a mí, el fútbol.
Era su deporte favorito y de hecho, fue él quien me enseño a jugar tan bien y él que me convenció de que empezase a jugar en un equipo y así fue como empecé a jugar para para el París Saint-German cuando tenía solo 9 años.

Durante un tiempo, todo era felicidad y alegría, todo iba bien en casa y yo disfrutaba jugando al fútbol como nunca. Pero todo cambió.  La situación dio un giro de 180 grados. Mi padre fue diagnosticado con un cáncer terminal que le acabaría quitando la vida cuando yo tenía 11 años. Tras esto no sabía qué hacer, solo sentía rabia e impotencia. ¿Qué podía hacer yo ante todo esto? ¡Nada!, tan solo era un crío.
En ese momento quise rechazar y abandonar el fútbol porque siempre me recordaba a mi padre. Pero fue mi familia la que me hizo darme cuenta qué cuando jugaba al fútbol era el único momento del día en que me veían sonreír y disfrutar, simplemente me hacía olvidarme de todo.

El fútbol, fue mi huida. Mi huida ante el sufrimiento que tenía dentro de mí pero que también me hizo ser más fuerte lo que me ayudaría toda la vida. Mi carrera apuntaba a lo más alto, jugaba en categorías superiores a las que debería jugar y todo el mundo confiaba en mí.

Pero una vez más todo cambió, los doctores venían con una mala noticia de nuevo. Mala o pésima. Fui diagnosticado artrosis de cadera a los 16 años y las palabras del doctor me quedaron marcadas para siempre. Me dijo: "Hijo, se que amas el fútbol pero no vas a poder seguir jugando, es imposible de hecho difícilmente podrás volver a caminar en un tiempo". Tras estas palabras me derrumbé, quería desparecer todo lo que tenía era el fútbol y lo iba a perder. Fue una etapa muy dura para mí pero me prometí a mí y por mi padre que lograría mi sueño de ser futbolista.

Esta promesa me dio las fuerzas necesarias para que tras siete meses hospitalizado, saliese y volviese a andar y con ello volví al fútbol. Pero ningún equipo me quería, mi anterior equipo me dio la espalda y así el resto de equipos. Todos usaban el mismo argumento, ¿Quién va a fichar a un jugador que los médicos aseguraban que difícilmente caminaría de nuevo? Ninguno. Pero ahí llevo el Fc Mantois para darme la oportunidad que tanto necesitaba, a pesar de ser un equipo de tercera división francesa me sirvió para dar el salto a otros equipos hasta que finalmente llegar al Olympique Lyonnais con el cual debuté en Primera División en 2017.

Ya había cumplido mi promesa pero solo me quedaba una cosa, cumplir con nuevos retos. Quería fichar por un equipo mejor y esto paso este pasado verano de 2019 con tan solo 24 años, mi representante me llamó.  Me dijo Ferland tengo noticias de un equipo grande. ¡Me quería el Real Madrid! El equipo más grande del mundo. Y no tuve dudas. Fiche por el Madrid sin pensarlo dos veces.

Al llegar fue duro acostumbrar se pero mis compañeros me ayudaron mucho y esto me hizo seguir jugando a mi nivel y triunfar en el Real Madrid.

Esta es mi historia, una historia de madurez, sacrificio y superación. Y aunque posiblemente no sea un jugador en el que se fijen los niños pequeños, si que me gustaría que aprendieran mis valores porque con ellos, todo mejoraría.

Yo, soy Ferland Mendy.

Pablo Gómez Noverques 05/02/20 3ªEvaluación

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