Roberto Fernández (Noche mágica)




NOCHE MÁGICA


6:30 de la mañana. 1 de enero. Año Nuevo. "Me voy" le dije la última vez que le recuerdo verle. Yo le esperaba en la salida de la discoteca a mano derecha. Allí estaba aparcado mi coche. Solo recuerdo que era azul, con los retrovisores negros, con los cristales traseros tintados y con solo 3 puertas. Ese era mi coche. Llevando 30 minutos esperándole apareció y me dijo que su madre venía a por nosotros a recogernos y que otro día recogerías tu coche. Yo, así de cabezota llamé Fer, un amigo que estaba dentro de la discoteca, y él sería el que nos llevase a mi amigo y a mí a casa. No quería que me llevase la madre de Jaime, por mi estado, no quería que se llevase malos pensamientos sobre mí. Me monté en aquel coche muy parecido al mío, pero no igual.

7:15. 1 de enero. Me senté y cerré los ojos. Tardó 15 metros en dar su primer frenazo. Ese frenazo hizo que enseguida me despertase y levantase la mirada para ver qué pasaba en mi alrededor. Fer fue el primero en salir y ver que se había chocado de frente en dirección contraria contra un coche rojo. Recordé que el coche del padre de Jaime era igual que el coche contra el que habíamos chocado. Allí estábamos todos bien menos una persona, Jaime. Él con escasos 18 años recién cumplidos había sufrido un grave accidente por culpa de mi amigo Fer. En seguida llamé al 112 y más tardé contactamos con su madre. No habían pasado ni 2 minutos y la ambulancia ya estaba aquí. Yo todo el rato pensando que la madre de Jaime no querría saber nada más de mi. Yo era el que había incentivado a Jaime a salir su primera noche con 18 años y no conocía de nada a Fer. Jaime fue atendido y llevado a la UCI.

Ya en el hospital. Sus padres y yo. "Tú no pensaste en los daños que podía causar que tu amigo que estaba en estado ebrio cogiese el coche ¿Verdad?" soltaron en voz alta, y en ese momento me quedé totalmente en blanco.

A Fer le retirarían el carnet de conducir durante 3 años por cometer cuatro infracciones graves como era la de conducir sin seguro del coche, conducir ebrio, a dirección contrario y por haber cometido un accidente que llevaría a que Jaime estaría durante mucho tiempo en el hospital ingresado.

Pasado dos horas del accidente, aún sin ver a Jaime desde aquel accidente que le marcaría de por vida, ansiosos por verle, conseguimos verle. Salía en una camilla inconsciente. Nosotros preocupados por su él y su salud para lo que quedaba de vida.

22:30. 1 de enero. Mi familia preocupados por mi hasta que le conté lo que nos había pasado. Yo sin aparecer por casa desde Nochevieja que cené con toda familia.

Pasamos la noche y aún sin ninguna noticia de Jaime. Hasta que salió el jefe de la UCI a las 8, hora del desayuno en el hospital, y nos dijo que Jaime quedaría en silla de ruedas ya que había perdido por completo el flujo sanguíneo de la pierna izquierda.

Todo esto por mi culpa, ya que nada de esto hubiese pasado si no hubiese ido de vuelta a casa con Fer.


Roberto Fernández Sanz. 1ªA
05 Febrero 2020.
2ª Evaluación






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