LOS ESTEREOTIPOS
Érase
una vez un chaval de 14 años llamado Tusso, este tenía muchos problemas e
inseguridades consigo mismo porque los demás le miraban mal y le apartaban por
sus aficiones y gustos, pensaba que era peor qué los demás. Lo que más le
gustaba a Tusso era hacer rap/freestyle, la música clásica, jugar a videojuegos,
hacer deporte, y la ropa.
La
gente pensaba que era un mentiroso, ya que la gente tenía unas estereotipos
establecidos y algunos de sus gustos o aficiones eran según ellos
contradictorio o incompatibles, como por ejemplo: la gente tenía asociada el
rap con los delincuentes o los barriobajeros y a la música clásica con la gente
culta o gente de bien entonces que le gustaran las dos cosas era algo
incompatible, o también que le gustasen los videojuegos le hacía ver como a un
friki o a un otaku creyendo la gente que no se duchaba y que no salía de su
habitación y que su condición física era deplorable y que
al gustarle el deporte, suponían que debería de tener un buen físico, etc…
Estos
estereotipos le producían un gran estrés y mucha ansiedad porque pensaba que
era él el que estaba mal y hacía que se menospreciara por la opinión de los
demás, Tusso en varias ocasiones pensó en quitarse la vida porque sentía que
nadie le comprendía y que estaba solo, y creía que si lo hacía le quitaría una
carga a los demás y que nadie lo iba a echar de menos, asique decidido a
quitarse la vida, una tarde, aprovechando que sus padres se habían ido a cenar
a un restaurante, estando él solo en su habitación, colgó una soga del techo,
se subió encima de un taburete, estaba nervioso, lo único que le detenía a no
cometer tal acto era su familia, que sabía que si lo hacía les provocaría una
gran tristeza, pero Tusso ya estaba decidido, pero antes de hacer algo, les
escribió una carta de despedida a sus padres, en la que les decía lo siguiente:
-Hola Mama y Papa sé qué estaréis sorprendidos de que os haya escrito una carta, y la
razón por lo que lo he hecho es porque ya no puedo seguir más con mi vida ,y me
pienso quitar la vida, pero os voy a dar mis motivos que tengo para hacer esto,
y que no es una decisión que haya tomado a la ligera, sí no que es algo que
llevo meditando ya mucho tiempo, pero en
el instituto me marginan por mis gustos, nunca he tenido un amigo que no haya
estado conmigo por interés, toda mi vida ha sido un fracaso, no he hecho nada
que os haya hecho sentiros orgullosos de mí, sé que a lo mejor tendría que
haberlo hablado con vosotros antes de tomar esta decisión por mí mismo,
pero tenía miedo de hablar de este tema con vosotros, porque sabía que os llevarías un disgusto muy
grande y que si os contara mis problemas
pensarías que no son la gran cosa o que me daríais una solución “fácil” que no
me ayudaría a resolverlos, pero me
hubiera gustado que hubierais estado a mi lado en aquellos momentos tan
duros de mí vida en los que yo me
sentía tan solo y que no podía
pedirle ayuda ni consejo a nadie, pero quiero que sepáis que los momentos que
he pasado con vosotros me han hecho olvidar todo este dolor que llevo cargando
durante años, y también quiero que sepáis que sois la mejor familia que alguien
pueda llegar a tener y espero que no os pongáis tristes me gustaría que lo
vierais como una forma de aliviar mí dolor, y que si me queréis de verdad me
gustaría que pensarais que vuestro hijo ya no va sufrir más.
Os quiere, vuestro hijo.
Ahora
ya con todo hecho, Tusso con todo el dolor de su corazón, se puso la soga en el
cuello, cuando ya se la había atado, empujo el taburete con el pie, entonces
empieza a sentir una sensación asfixiante y poco a poco sentía que estaba
perdiendo las fuerzas cada segundo que pasaba, pasados ya unos minutos,
desgraciadamente Tusso había perdido la vida.
Cuando
sus padres habían vuelto a casa, se encontraron con la pesadilla de cualquier
padre, ver a su propio hijo muerto, entraron en una gran tristeza y
desesperación, pasado un rato, se dieron cuenta de la carta que Tusso les había
dejado, después de leerla entendieron todo y se maldijeron por su por no haber
sabido hablar con su hijo y por haberle fallado como padres.
La
idea del final que he intentado transmitir ha sido que la opinión de la
sociedad puede influir mucho en nuestra forma de vida, y que hacer de menos a
una persona puede llegar hasta tal extremo de que se quite la vida, muchas
personas con el paso del tiempo van entendiendo que al final lo único que
importan son ellos mismos y que la opinión de los demás no es importante, pero
que la gente que no tiene desarrollada ese pensamiento pueden sufrir mucho y
que pueden haber personas que estén sufriendo toda su vida por esas opiniones y
hay otras personas que no pueden aguantar ese sufrimiento que prefieren
quitarse la vida. Este relato lo he usado para intentar concienciar sobre el
poder que tiene la opinión de los demás y demostrar lo que puede ocasionar en
algunas personas.
Alan
Nabir Huanca
Febrero,
2021, 2ªev
4ºESO
F
Alan muy interesante y valiente tu relato. ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarMuy buen relato alan, gran estructura .
ResponderEliminarAlan tq 🥸
ResponderEliminarAlan, el mejor novelista del siglo XXI😍😍😍
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