Blanca Salgado (Un héroe para España)


                                                 UN HÉROE PARA ESPAÑA

El 13 de mayo de 1968 nací en Ermua, y nunca me imaginé que mi nombre iba a ser reconocido en toda España.

Fui un niño muy feliz con unos padres maravillosos, Consuelo Garrido y Miguel Blanco. Mis padres inmigraron desde Galicia buscando trabajo, se conocieron y al cabo de un tiempo acabaron casándose. Tuvieron dos hijos; a mi hermana, Mari Mar y a mí. Recuerdo los momentos en los que jugaba con mi hermana; aunque yo fuese mayor que ella, siempre nos divertíamos juntos y nos apoyábamos e intentábamos ayudarnos y dar consejos el uno al otro.

 

Una de mis grandes pasiones fue y siempre será la música. De pequeño uno de mis mayores hobbies era tocar la batería, así que estuve insistiendo mucho para que me la compraran. Al final no les quedo más remedio, ya que si no, me iba a dedicar a darle golpes a las cacerolas. Cuando crecí, aunque no tenía mucho tiempo, siempre que podía sobre todo en primavera y verano, me juntaba con mi grupo de música llamado Poker. Me relajaba muchísimo y me evadía de mi vida del día a día; era mi mayor distracción.

 

Cuando crecí, estuve trabajando un tiempo con mi padre, que era albañil, hasta que encontré un trabajo que me gustaba más y tenía más relación con la carrera que había estudiado. Nunca renuncie a mi diversión pese a mis responsabilidades laborales y políticas. Siempre que podía salía con mis amigos o mi novia a tomar algo y disfrutar con ellos. En 1995 por fin encontré un trabajo que me gustara y me afilié a nuevas generaciones del partido popular, dirigidas por mi gran amigo de la universidad Iñaki Ortega, el mismo que me convenció y ánimo para que me uniera al Comité ejecutivo de Vizcaya. Cuando tuve edad suficiente, abandoné las nuevas generaciones y me centre en la política local.

 

Recuerdo como mi hermana siempre había querido irse fuera de España para ampliar sus estudios, era algo que siempre hablábamos, pero lo veíamos muy lejos. El 9 de marzo de 1997 por fin llego el día en el que mi hermana se iba a Escocia a cumplir su sueño, por el que tanto había trabajo y se había esforzado. Todos la íbamos a echar muchísimo de menos. Me despertó muy temprano para despedirse de mí y decirme que se iba, le dije que no se preocupara porque ese verano iba a ir a visitarla.

 

Una de mis virtudes que tanto mi familia como amigos siempre resaltaban era mi puntualidad y era cierto, no me gustaba que nadie tuviese que esperar por mí, así que siempre llegaba a la hora incluso un poco antes.

Y por esto mismo, mis compañeros de la asesoría donde trabajaba, empezaron a sospechar cuando vieron que me había retrasado media hora en la cita que tenía con un cliente a las 15:30 aquel 10 de julio de 1997.Esto ocurrió nueve días después de la liberación de Antonio Ortega Lara por la Guardia civil.

 

Yo estaba yendo a trabajar cuando unos hombres me atacaron y me llevaron con ellos; estaba muy confundido, no me había dado tiempo a reaccionar. Cuando me di cuenta no sabía donde estaba, lo único que veía era unos hombres con la cara tapada, no parecían muy mayores, cosa que me sorprendió, e iban armados. No tenía ni idea de  lo que estaba pasando hasta que oí a unos de los hombres hablando por teléfono. El 10 de julio de 1997 fui secuestrado por ETA, y la única manera de que no me mataran era liberar a todos los presos de ETA en el País Vasco antes de las 16:00 horas del sábado 12 de julio.

Yo no tenia manera de comunicarme con nadie así que no sabía cual era la decisión que iban a tomar respecto a mi libertad. Yo no quería que liberaran a todos los presos bajo ningún concepto, y si para eso tenían que quitarme la vida yo estaba dispuesto a ello.

 

Un hombre me vendo los ojos y me llevo a algún sitio, no sabía dónde estaba, por un momento pensé que me iban a liberal hasta que oí ese ruido, el ruido de el arma que iba a decidir si vivía o no. Sonó un primer golpe, fue el primer tiro que me dieron en la frente, hubo un segundo. Sin embargo, yo no estaba muerto, me dejaron moribundo en la carretera hasta que me encontraron y ya era imposible salvarme la vida.

 

Ese día España entera se unió y salieron a las calles en contra del terrorismo, en contra de ETA

Soy miguel ángel blanco y fui secuestrado y asesinado por ETA.

Cuadro de texto: Blanca Salgado Sánchez del Cura
5/02/2021  2º evaluación.
   

UN HÉROE PARA ESPAÑA

El 13 de mayo de 1968 nací en Ermua, y nunca me imaginé que mi nombre iba a ser reconocido en toda España.

Fui un niño muy feliz con unos padres maravillosos, Consuelo Garrido y Miguel Blanco. Mis padres inmigraron desde Galicia buscando trabajo, se conocieron y al cabo de un tiempo acabaron casándose. Tuvieron dos hijos; a mi hermana, Mari Mar y a mí. Recuerdo los momentos en los que jugaba con mi hermana; aunque yo fuese mayor que ella, siempre nos divertíamos juntos y nos apoyábamos e intentábamos ayudarnos y dar consejos el uno al otro.

 

Una de mis grandes pasiones fue y siempre será la música. De pequeño uno de mis mayores hobbies era tocar la batería, así que estuve insistiendo mucho para que me la compraran. Al final no les quedo más remedio, ya que si no, me iba a dedicar a darle golpes a las cacerolas. Cuando crecí, aunque no tenía mucho tiempo, siempre que podía sobre todo en primavera y verano, me juntaba con mi grupo de música llamado Poker. Me relajaba muchísimo y me evadía de mi vida del día a día; era mi mayor distracción.

 

Cuando crecí, estuve trabajando un tiempo con mi padre, que era albañil, hasta que encontré un trabajo que me gustaba más y tenía más relación con la carrera que había estudiado. Nunca renuncie a mi diversión pese a mis responsabilidades laborales y políticas. Siempre que podía salía con mis amigos o mi novia a tomar algo y disfrutar con ellos. En 1995 por fin encontré un trabajo que me gustara y me afilié a nuevas generaciones del partido popular, dirigidas por mi gran amigo de la universidad Iñaki Ortega, el mismo que me convenció y ánimo para que me uniera al Comité ejecutivo de Vizcaya. Cuando tuve edad suficiente, abandoné las nuevas generaciones y me centre en la política local.

 

Recuerdo como mi hermana siempre había querido irse fuera de España para ampliar sus estudios, era algo que siempre hablábamos, pero lo veíamos muy lejos. El 9 de marzo de 1997 por fin llego el día en el que mi hermana se iba a Escocia a cumplir su sueño, por el que tanto había trabajo y se había esforzado. Todos la íbamos a echar muchísimo de menos. Me despertó muy temprano para despedirse de mí y decirme que se iba, le dije que no se preocupara porque ese verano iba a ir a visitarla.

 

Una de mis virtudes que tanto mi familia como amigos siempre resaltaban era mi puntualidad y era cierto, no me gustaba que nadie tuviese que esperar por mí, así que siempre llegaba a la hora incluso un poco antes.

Y por esto mismo, mis compañeros de la asesoría donde trabajaba, empezaron a sospechar cuando vieron que me había retrasado media hora en la cita que tenía con un cliente a las 15:30 aquel 10 de julio de 1997.Esto ocurrió nueve días después de la liberación de Antonio Ortega Lara por la Guardia civil.

 

Yo estaba yendo a trabajar cuando unos hombres me atacaron y me llevaron con ellos; estaba muy confundido, no me había dado tiempo a reaccionar. Cuando me di cuenta no sabía donde estaba, lo único que veía era unos hombres con la cara tapada, no parecían muy mayores, cosa que me sorprendió, e iban armados. No tenía ni idea de  lo que estaba pasando hasta que oí a unos de los hombres hablando por teléfono. El 10 de julio de 1997 fui secuestrado por ETA, y la única manera de que no me mataran era liberar a todos los presos de ETA en el País Vasco antes de las 16:00 horas del sábado 12 de julio.

Yo no tenia manera de comunicarme con nadie así que no sabía cual era la decisión que iban a tomar respecto a mi libertad. Yo no quería que liberaran a todos los presos bajo ningún concepto, y si para eso tenían que quitarme la vida yo estaba dispuesto a ello.

 

Un hombre me vendo los ojos y me llevo a algún sitio, no sabía dónde estaba, por un momento pensé que me iban a liberal hasta que oí ese ruido, el ruido de el arma que iba a decidir si vivía o no. Sonó un primer golpe, fue el primer tiro que me dieron en la frente, hubo un segundo. Sin embargo, yo no estaba muerto, me dejaron moribundo en la carretera hasta que me encontraron y ya era imposible salvarme la vida.

 

Ese día España entera se unió y salieron a las calles en contra del terrorismo, en contra de ETA

Soy miguel ángel blanco y fui secuestrado y asesinado por ETA.

Cuadro de texto: Blanca Salgado Sánchez del Cura
5/02/2021  2º evaluación.
  

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